Desde 30 euros. Ese es el precio de partida por el que se puede obtener un Picasso o Van Gogh copiado que se venderá al por mayor, como si de una cadena de montaje de coches se tratara. Y por supuesto, 'made in China'.
En un pequeño pueblo del sur de China, más de 5.000 pintores pintan con sus propias manos centenares de réplicas de grandes genios de la pintura universal, como Rembrandt, Van Gogh o el malagueño Picasso. Y es que en esta localidad, llamada Dafen, se produce el 60% de las imitaciones de cuadros de todo el mundo.
Es una especie de cadena de montaje como las de los coches pero aplicada a la pintura, y es que estos cuadros copiados se venden luego al por mayor por un mínimo de 30 euros.
Eso sí, algunos de estos artistas demuestran tal destreza y talento que acaban logrando exponer y vender sus propias creaciones originales. Algunos de ellos, cuyo comienzo fue en Dafen, ya logran precios de salida de 10.000 euros para sus obras de arte. Y ya sin necesidad de imitar.