Publicidad

primer centenario de la muerte del pintor

Viena celebra el primer centenario de la muerte de Klimt ofreciendo un cara a cara en las alturas con su obra

El Museo de Historia del Arte, en Viena, ha instalado un andamio para que los visitantes disfruten, cara a cara, de 13 pinturas murales de Klimt que se encuentran en una escalinata a 12 metros de altura. Se podrá disfrutar de ellas, así de cerca, hasta el dos septiembre.

Poner cara a cara al público con varias obras de Gustav Klimt que, por estar colgadas a doce metros de altura, pasan desapercibidas a la mayoría, es el homenaje que el Museo de Historia del Arte de Viena dedica al autor de "El beso" en el centenario de su fallecimiento. "Muchos visitantes acuden al museo y se sorprenden al saber que tenemos 13 obras de Klimt en lo alto de la escalinata" asegura Sabine Haag, directora del museo.

Las imágenes representadas repasan diferentes estilos y épocas artísticas, desde el Antiguo Egipto hasta el siglo XIX y son un claro ejemplo de la primera época de Klimt, precursoras aún de lo que luego fue el Jugendstil, el Modernismo vienés liderado por Klimt. Las figuras, masculinas y femeninas, están representadas de forma realista pero llenas de símbolos. En ellas predominan los colores cálidos y algunos toques del uso del dorado que fue luego la nota más característica de la obra de Klimt.

El taller del artista -fundado por Klimt junto a su hermano menor Ernst y su compañero de estudios Franz Matsch- recibió el encargo con poco más de un año de margen, en 1890. Seis meses antes de la apertura del museo, inaugurado en octubre de 1891, los óleos fueron colocados en las paredes. Durante más de ciento veinte años han pasando desapercibidos para muchos y nunca han tenido que ser restaurados. "Es una de las cosas que hace las obras tan especiales. Tantos años después, están en perfecto estado", recuerda Haag.

Publicidad