El arquitecto jefe del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer de Avilés, Javier Blanco, ha asegurado que se trata de "una obra de arte en sí misma, que pasará a la historia como patrimonio cultural y artístico de España" por lo que "a cualquier persona" le debería de interesar conocerlo.
Blanco ha presentado hoy los cuatro edificios que componen el complejo diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer junto a la ría avilesina y que esta noche acogerá, como primer evento, un concierto de Woody Allen y su banda de jazz, ante unas 10.0000 personas.
El despacho de arquitectura de Javier Blanco fue contratado por el equipo de Oscar Niemeyer para adaptar la normativa brasileña a la española y dirigir las obras de construcción del equipamiento cultural.
La cúpula, la torre mirador, el auditorio y la sala polivalente han supuesto un coste global de construcción de 44 millones de euros y albergará una programación que abarcará todas las facetas de la expresión artística. La obra fue recibida oficialmente ayer por el Principado, como administración propietaria de un centro del que aún falta por resolver parte del equipamiento y el remate del aparcamiento subterráneo, "pero la obra de arte ya está aquí", ha dicho Blanco.
El Centro Cultural Intencional Oscar Niemeyer de Avilés es el único edificio que lleva la firma de este arquitecto, Premio Príncipe de Asturias, en toda España, y está considerado como su obra más relevante de Europa.
El propio Niemeyer, que ha hecho un cercano seguimiento de esta obra, ha felicitado al equipo, a través de una carta en la que deja constancia de su plena satisfacción por el acabado de la construcción. Una de las mayores dificultades técnicas de la obra fue la construcción de la cúpula, para la que se utilizó un sistema novedoso consistente en el inflado de una lona a modo de globo, sobre la que se edificó la estructura esférica por medio de hormigón.
Otra de las complicaciones de la construcción del complejo cultural asturiano fue, según ha explicado Blanco, "llegar a entender la arquitectura de Niemeyer para traerla a Avilés e integrarla en este entorno, que es tan diferente".
Blanco ha recordado que Niemeyer tiene 103 años, "que es mucho tiempo para contrastar la capacidad como artista de un arquitecto y está fuera de duda su magisterio".
Además de la cúpula, otro de los edificios que más llaman la atención es la torre mirador que se eleva sobre el estuario avilesino y a cuya planta esférica superior se accede por medio de una escalera helicoidal que ofrece, desde cada uno de sus 77 peldaños una visión diferente del complejo y de la ciudad. Este edificio de 20 metros del altura albergará un proyecto gastronómico que contará con la participación, ya anunciada, de cocineros de prestigio internacional como Ferra Adrià, que inaugurará la cocina, o Juan María Arzak y José Andrés.
El auditorio tiene una capacidad para 963 espectadores en su interior, a los que hay que sumar 10.000 más desde la gran plaza abierta al aire libre, gracias a un sistema de caja escénica que permite organizar espectáculos para el interior o el exterior.
Para Blanco, el auditorio "es lo que más expresa el concepto de Niemeyer porque refuerza mucho la idea de que el protagonista es la plaza", que estará al abierta al público de manera permanente como una más de la ciudad.
El edificio polivalente, que, como el resto, traza una curva, en este caso sobre el propio terreno, albergará un cine, que inaugurará Woody Allen, y la recepción del centro. El complejo será inaugurado oficialmente este sábado con un acto institucional al que acudirán el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y el presidente del Gobierno asturiano, Vicente Álvarez Areces, entre otras autoridades.
