Ultratrail Arizona

400 kilómetros corriendo en la América profunda

Manu Vilaseca logra un magnífico segundo puesto en la 'Cocodona', un ultratrail donde se cubren 400 kilómetros entre desiertos y montañas nevadas en el estado norteamericano de Arizona.

Correr 400 kilómetros en la América profunda

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Manu Vilaseca, brasileña afincada en Cataluña, lleva corriendo ultratrails desde hace 23 años. Cocodona superaba, por mucho, las carreras a las que había ido. Nada menos que afrontar 400 kilómetros sin etapas y con partes del recorrido ocultos. Antena 3 Deportes ha hablado con ella recién aterrizada de la carrera: "Doblé en kilometraje lo más largo que había hecho, 160 kilómetros. Los 400 kilómetros de la Cocodona al principio me daban miedo".

"Los 400 kilómetros de la Cocodona me daban miedo"

Manu Vilaseca

La única referencia que Manu tenía de Cocodona era un vídeo. Dice que la faltaba motivación para apuntarse a la prueba. Su pareja y un vídeo de la carrera terminaron por convencerla: "La distancia para mí era un reto. Pero ver esos paisajes desérticos, esos parajes rocosos y esos lagos acabaron por inclinar la balanza".

La realidad superaba la ficción en cuanto se dio la salida en Arizona. Le esperaba el desierto, el calor extremo y montañas de 3.000 metros de altura con nieve en las cimas: "Era un lugar que si me pasaba algo me tenían que sacar en helicóptero".

78 horas y 20 minutos

Manu terminó una carrera que le llevó 78 horas y veinte minutos. La ganadora, Rachel Entrekin, tuvo a 25 millas de la meta de Flagstaff unos problemas estomacales de los que pudo recuperarse para alzarse con la victoria. Manu entró en la meta cinco minutos después.

"Miraba los pies de mi liebre y así podía dormir caminando"

Manu Vilaseca

Solo pudo dormir tres horas en toda su aventura. Dice que para eso no hay entrenamiento: "Yo lo que hacía era al revés, antes de viajar dormía todas las horas que podía". Una ayuda imprescindible fueron las liebres que pone la organización para guiar a los corredores. Gracias a alguna pudo, digamos, descansar: "Miraba los pies de mi liebre y dormía caminando. A veces decía: vete tú delante y yo te sigo".

A la falta de descanso se sumó el fuerte dolor en la planta de sus pies, ya que el terreno le provocó ampollas: "Cada vez que pisaba el dolor era intensísimo". Manu logró un éxito. Segunda, con seis kilos en la mochila, con tramos no señalizados y acabando los 400 kilómetros, las 250 millas, de las que algunas hizo como pudo.

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