A las 17 horas del domingo el cronómetro marcaba el récord que Alberto Lorente se había propuesto: nadar 30 horas sin interrupción en una piscina de agua a contracorriente. Lorente superaba en cinco horas la anterior marca de natación estática a contracorriente. Este récord ha sido registrado por Official World Record y el nadador ya está en el Libro Guinness de los Récords. La fuerza mental y la exigencia física que se requiere es muy alta.
"Me quedé a 33,1 ºC de temperatura corporal, una bajada de azúcar. Una vez terminado, comencé con convulsiones y me tuvieron que llevar al hospital. La doctora me dijo que en 33 años no había visto un caso así", admite Lorente.
El nadador de Viladecans, un experto en largas distancias, se lanzó a la piscina el sábado a las 11 de la mañana con el objetivo no sólo de superar la marca, sino de recaudar fondos para la Casa Ronald McDonald de Barcelona.
"Bebía el isotópico mandando de espalda y luego volvía a colocar la bebida en la caña", explica Alberto Lorente.
"Las pautas de las comidas, cada cuatro o cinco horas, había que hacerlas", reconoce Lorente.
"Sufrí un desvanecimiento, una bajada de la temperatura corporal"
Los fondos recaudados se van a destinar al bienestar de las familias que pasan meses en esta entidad, familias que deben pasar largas estancias en la ciudad por los tratamientos hospitalarios que sus hijos o hijas necesitan y a los que La Casa acoge.
"Sufrí un desvanecimiento, una bajada de la temperatura corporal. Pero en mi cabeza estaban las 30 horas y tenía que terminarlas", asegura Lorente.
No es la primera gesta solidaria de Alberto Lorente. Y es que lo suyo son brazadas de solidaridad: hace un año el catalán ya nadó 61 kilómetros en aguas abiertas para un proyecto en la lucha contra el cáncer infantil.
