Culturismo
Ali el-Sharkawy, basurero y campeón egipcio de culturismo: "Todas las ayudas van para el fútbol"
A sus 29 años, Ali el-Sharkawy repite a diario la misma rutina: recoger basura por las mañanas y luego acudir al gimnasio para entrenar y progresar en su carrera como culturista. Este egipcio solicita ayuda y financiación para poder centrarse en su carrera deportiva.
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Ali el-Sharkawy quiere ser una estrella del culturismo pero para eso necesita financiación. Tiene la esperanza de que un patrocinador se fije en su talento y pueda dejar de recoger basura para centrarse en cumplir su sueño y poder vivir de ello.
Todos los días, la misma rutina. El-Sharkawi comienza la jornada recogiendo basura. Es su única fuente de ingresos, poco más de 6 euros diarios. Se levanta pronto y se pone a los manso de un carro tirado por un caballo para recoger desechos en Gharbia, su ciudad natal, en el delta del Nilo.
"Trabajo recogiendo basura y reciclables. Ojalá tuviera mejores alternativas, pero no he encontrado un trabajo mejor", cuenta Ali el-Sharkawy, basurero de profesión y culturista de afición.
Ali el-Sharkawy tiene condiciones y ganas para triunfar en el mundo del culturismo, pero de momento solo puede dedicarse a su pasión de forma parcial, lo primero es ganar dinero para salir adelante.
"Nada más empezar quedó primero en un campeonato local. Desde entonces ha ganado tres campeonatos, dos de ellos a nivel nacional", explica Mostafa El Tamimi, entrenador de Ali el-Sharkawy.
"Quiero ser como Big Ramy, pero necesitamos ayuda"
El gimnasio es la segunda casa de Ali el-Sharkawy. Allí entrena todos los días, pero no es suficiente. Lo hace todo sin ayudas. Y Ali el-Sharkawy ve casi imposible poder emular a su ídolo: 'Big Ramy'. El egipcio conocido como 'Big Ramy', Mamdouh Elssbiay, fue nombrado Míster Olimpia en 2020 y 2021.
"Quiero ser como él, pero necesitamos ayuda. Ahora mismo todas las ayudas van para el fútbol y no queda nada para deportes individuales", denuncia Ali el-Sharkawy.
Este culturista egipcio no pierde la esperanza. Por eso, todos los días, de entre la basura, también encuentra la fuerza para perseguir sus sueños.
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