Nada más despegar se intuía la tragedia del acróbata Mike Hughes: se desprendía del cohete el paracaídas necesario para aterrizar. Una vez alcanzada la altura para la que había combustible, el aparato iniciaba una vertiginosa caída libre y terminaba estrellándose contra el suelo del desierto de California.
Mike Hugues, un conductor de limusinas, pasó de volar 31 metros con su lujoso coche a intentar volar con cohetes construídos por él mismo. En su primer intento, en 2014, alcanzó una altura de 400 metros. Tardó dos semanas en recuperarse del aterrizaje.
"La gente me pregunta por qué hago esto y básicamente es solo para convencer a las personas de que pueden hacer cosas extraordinarias en sus vidas", relataba el propio Hughes. Con el lanzamiento pretendía volar hacia el espacio exterior para comprobar si el mundo es redondo.
"Larga" investigación
El objetivo del lanzamiento era conseguir alcanzar una altura de 5.000 pies (unos 1.524 metros) y que se transmitiera en la serie 'Astronautas Caseros' del Science Channel, ha informado Discovery.com, una serie sobre gente que "explora la frontera final con presupuestos limitados".
"Fue un shock para todo el mundo. No sabían qué hacer", habla el periodista Justin Chapman. "El cohete cayó a unos 150 metros del lugar del lanzamiento", ha añadido. La oficina del forense del condado de San Bernardino ha anunciado una "larga" investigación del incidente.