Guerra en Sudán del Sur
El baloncesto, la herramienta para buscar la paz en Sudán del Sur
Después de 10 años de enfrentamiento bélico en Sudán del Sur, se han encontrado con un arma en contra: el básquet.
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En un país sumergido en la guerra, donde no se atisba una salida, el baloncesto llega al rescate. Después de 10 años de enfrentamiento bélico en Sudán del Sur, se han encontrado con un arma en contra, el baloncesto. Todo gracias a un torneo de básquet organizado por la Misión de las Naciones Unidas del país (UNMISS), para equipos locales en la ciudad de Yambio, aunque el premio más importante es la paz.
Las consecuencias han sido catastróficas para la población civil que quedó atrapada en el fuego cruzado. Más de cinco millones de personas han tenido que huir de sus hogares para escapar de la violencia brutal, la mayoría de las instalaciones médicas ya no funcionan, y la hambruna y las enfermedades van en aumento. Los enfrentamientos han dado pie a una emergencia humanitaria tanto en Sudán como en el resto de la región, que ya estaban luchando para hacer frente a los desplazamientos masivos, las turbulencias económicas y los impactos climáticos antes de que estallara la última crisis.
En ese complicado contexto, el baloncesto se erige como la herramienta para llevar a cabo un cambio, un cambio por la paz y la convivencia en Sudán del Sur.
"El baloncesto trae paz, amor y alegría"
"Estamos muy orgullosos de que nuestros jóvenes puedan jugar, y si continuamos, creo que podremos resolver algunos de nuestros sociales", explica Jacob Anther, jugador del Western Equatoria.
Y es que problemas sociales como la pobreza, la desigualdad o la polarización étnica se dejan a un lado aunque sea por una semana, que es lo que dura el mencionado torneo. Según Geoffrey Omon, presidente del comité de bienestar de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur, estos programas pueden ayudar a solidificar una paz duradera a medida que esta joven nación se acerca a sus primeras elecciones posteriores a la independencia en diciembre de 2024.
"El baloncesto es uno de los juegos que trae paz, amor y alegría entre los miembros de la comunidad", asegura Geoffrey Omon. Alegría que esperan transmitir a todo un país en guerra, en un triple en toda regla a la pobreza, la desigualdad y la violencia étnica.
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