El Cafés Candelas Breogán derrotó este domingo por 84-71 a un Real Madrid Baloncesto superado ampliamente por un conjunto gallego que llegaba como colista a este encuentro tras la victoria en la jornada de ayer del Delteco GBC en la cancha del Morabanc Andorra.
Con este resultado, que rompe una racha de cinco derrotas consecutivas, los hombres de Natxo Lezkano aprietan la lucha por evitar las dos plazas de descenso, ya que ahora son cuatro los equipos empatados a tres victorias en la zona baja de la tabla clasificatoria de la Liga Endesa. Mientras tanto, el Madrid, que afronta una dura semana con cuatro partidos en ocho días, sufre un serio correctivo con la tercera derrota en liga, que lo coloca con un balance de 9-3 y lo aleja del liderazgo que ostenta el Barça Lassa.
El partido comenzó con el Madrid castigando al Breogán en la pintura gracias a los centímetros de Walter Tavares, aunque el verdadero protagonista de los primeros minutos fue Aleksandar Cvetkovic, que con ocho puntos y una asistencia consiguió que su equipo llegase con ventaja a la primera mitad de este parcial (10-9).
Sin embargo, la sangría en el rebote local y la concesión de segundas oportunidades compensó el poco acierto en el lanzamiento de los visitantes, que terminaron el período un punto arriba gracias a un palmeo de un siempre activo Tavares en el rebote de ataque (20-21).
Si el primer cuarto fue el momento de Cvetkovic, en el segundo le tomó el relevo Salva Arco, que con nueve puntos casi consecutivos hizo saltar a los aficionados presentes en un abarrotado Pazo Provincial dos Deportes que llegó a ver a su equipo siete arriba tras un apurado triple de Christian Díaz a falta de seis minutos para el descanso (34-27).
No mejoró el Madrid, condicionado por su falta de acierto, tras el tiempo muerto solicitado por Pablo Laso y el Breogán supo aprovechar estos minutos de desconcierto del equipo capitalino para disparar su ventaja hasta los diez puntos merced a dos acciones de mérito de Lucio Redivo y Jerome Jordan (39-29).
La vuelta de Tavares a pista no fue suficiente para frenar el momento dulce que vivían los locales, impulsados por dos enérgicos mates de Romaric Belemente, ya que consiguieron llegar al descanso con la máxima diferencia a su favor: 45-34.
Dos triples consecutivos de Johan Löfberg aumentaron la ventaja de los locales hasta los quince puntos (53-38) apenas comenzada la reanudación, mientras un Madrid apresurado no encontraba las vías del aro y sumaba pérdida tras pérdida en cada ataque.
Los hombres de Natxo Lezkano demostraron estar cómodos con el ritmo frenético que Sergi Llull, protagonista negativo del encuentro, trataba de imponer, a pesar de que este no ofrecía resultados para su equipo, que llegó a perder por veintitrés puntos al cierre del tercer cuarto (70-47).
La fiesta en la grada local a lo largo de todo el último cuarto contrastaba con las caras largas que se podían ver entre los jugadores de un Real Madrid que ofreció en Lugo una de sus peores versiones de lo que va de temporada.
La renta favorable al Breogán llegó a ascender hasta los veintiséis puntos al comienzo de este período final (73-47), aunque una tímida reacción visitante amparada en el acierto exterior que les faltó durante todo el encuentro -uno de 15 en triples en los tres primeros cuartos- les permitió maquillar el resultado y acercarse a falta de dos minutos para la conclusión (80-69).
Pese a ello, el equipo celeste supo manejar con solvencia el encuentro en sus compases finales y llevarse una victoria coral -varios jugadores se movieron en dobles dígitos de anotación y valoración- sellada con un marcador final de 84-71.