Publicidad
NBA | NEW YORK KNICKS 119 - 113 PHILADELPHIA 76ERS
Carmelo y Afflalo deciden un Knicks-Sixers de infarto
Dos prórrogas necesitaron los New York Knicks de Calderón para ganar al peor equipo de la NBA. Los de Derek Fisher se impusieron a los 76ers por 119-113 en parte gracias a un desacertado Carmelo Anthony (7 de 28 en
tiros de campo), que metió la canasta que tenía que meter para forzar la
primera prórroga y acabó con 19 puntos. Calderón acabó con 8 puntos y 5
asistencias en 35 minutos.
Les costó, pero los Knicks consiguieron ganar a los Sixers
tras dos prórrogas. Los de la Gran Manzana llegaron a gozar de una renta de 18 puntos
en el tercer cuarto, pero la tiraron por la borda. Además, la remontada de los
Sixers coincidió con la lesión de Porzingis, la mejor noticia de los Knicks
esta temporada.
Quizás por las horas o por cosas del deporte, el partido
comenzó con desacierto por parte de ambos equipos. El día de Martin Luther King
marca una jornada especial en la NBA, en la que prácticamente todos los equipos
juegan y la liga programa grandes partidos que hacen las delicias de los
aficionados.
La jornada de Martin Luther King
También cambian los horarios para que todo el mundo, y
cuando es todo el mundo es todo el planeta, pueda disfrutar del espectáculo de
la mejor liga de baloncesto. Curiosidades aparte, el duelo venia marcado por la
pelea entre dos pesos pesados del pasado draft: Okafor y Porzingis.
José Manuel Calderón, por su parte, acabó con 8 puntos y 5 asistencias, siendo poco protagonista durante el encuentro. La gran incógnita que rodea a los Knicks ahora mismo es el alcance de la lesión de Porzingis, que puede marcar las aspiraciones de los neoyorkinos para luchar por los Playoffs.
Partido aburrido hasta que se llegó al final
Antes de llegar al último cuarto, el Knicks-Sixers estaba siendo un partido normal en cuanto a intensidad, rancio en cuanto a acierto y apagado como el Madison ante tan pobre despliegue de ambos equipos. La anotación al descanso era la normal (49-52), pero las sensaciones del partido no hacían presagiar un final como el que se vivió.
Los Sixers consiguieron remontar 18 puntos de desventaja para llegarse a poner por delante en el marcador. Sin embargo, Carmelo Anthony ejerció de salvador para llevar el partido a la prórroga. No estaba siendo su mejor partido, de hecho estaba siendo regular, fallando tiro sí y tiro también.
En la primera prórroga no se decidió nada y el partido se fue a una segunda en la que los Knicks hicieron gala de un juego colectivo más acertado que el de unos Sixers perdidos cuando no les salían los ataques de pick and roll. El partido del inicio más temprano fue el más duradero de una jornada llena de significado en la NBA.
Publicidad