El CSKA puso si no más ganas si más acierto en el intrascendente partido por el tercer puesto en el que ganó al Real Madrid por 70-94, y en el que los españoles demostraron seguir en estado de 'shock' tras la derrota en semifinales. El equipo español tuvo una primera parte absolutamente aciaga en el tiro, lo que unido a la falta de tensión en defensa, llevó a que, por momentos, rozara el ridículo.
El Real Madrid comenzó a demostrar mucho antes que el CSKA que no tenía ninguna gana de jugar este partido por el tercer puesto. Y tanto Pablo Laso como Dimitrios Itoudis dieron paso a las rotaciones apenas iniciado el choque. Como sin presión, tensión, ganas o como se quiera decir es imposible jugar al baloncesto, el juego se limitó a momentos aislados sin ligazón.
El Madrid, además, volvió a demostrar que se dejó la puntería en casa porque en los primeros diez minutos anotó únicamente dos canastas de 2 puntos y cero triples tras 7 intentos. Así, claro, es imposible ganar, con lo que el primer cuarto finalizó con un 10-23. Nada mejoró en el segundo acto.
El primer, y único triple de los madridista hasta el descanso, llegó en el minuto 13.30 (20-30) por medio de Dontaye Draper. En este tipo de partido en los que lo mejor que te puede pasar es que no se lesione nadie, se puede perder pero llega un momento en el que la imagen que se refleja es tan lamentable que puede llegar a hacer daño en el futuro.
Es lo que le pasó al Madrid, que aceptó un parcial de 0-10 para un 20-40 que encendió las alarmas en un partido intrascendente. Ni con Andres Nocioni en pista pareció reaccionar el Madrid, que incluso hizo un amago de presión y de zona 1-3-1.
Pero en cuanto había un bloqueo la defensa blanca pareció un castillo de naipes, sin ayudas, sin nada. En el CSKA no es hubiera más ganas de jugar, pero al menos cubrieron el expediente con dignidad, tanto en defensa como en ataque, con Vitaly Fridzon y Cory Higgins como los más enchufados. Al descanso, 32-45.
El paso por vestuarios debió concienciar al Madrid de lo mal que lo estaba haciendo y con un poco más de intensidad en defensa se apuntó un 5-0 en el primer minuto y medio, lo que le permitió bajar la diferencia a menos de 10 puntos, 37-45.
La reacción del Madrid también alentó al CSKA y el partido ganó un poco de intensidad, con Nando De Colo como el más certero de cara al aro. Pero el equipo español desprovisto de una de sus mejores armas, el triple no pudo rebajar el margen de victoria de los rusos.
Al final del tercer cuarto, 56-69. En los últimos diez minutos el Madrid intentó redimirse de su aciaga primera parte. No consiguió ganar el partido, pero al menos no le pintaron la cara.