En un día histórico para el club burgalés, en el que se jugaba, y conseguía por primera vez, su clasificación para competición europea, el San Pablo decidió cambiar los nombres de las camisetas de sus jugadores por nombres de pueblos de la provincia de Burgos. Cada número de dorsal era el número de habitantes de la localidad burgalesa que aparecía en la camiseta. Una iniciativa promovida para dar voz al problema de la España vaciada.
El San Pablo cambió el azul habitual de su equipación por el morado, el color de la provincia de Burgos, y en lugar de los nombres de los jugadores aparecían los de pueblos con muy pocos habitantes. Por ejemplo, Jean Pierre Tokotó, dorsal número uno, lucía el nombre de la localidad de Gobantes, un pueblo del norte de la provincia de Burgos que tiene un único habitante empadronado. Otro ejemplo, los cinco habitantes de Lorcio los llevaba en su camiseta Earl Clark.
Esta iniciativa contó con un padrino muy especial, el presidente de la Federación Española de Baloncesto, Jorge Garbajosa, que estuvo en el Coliseum burgalés en el día en el que el cuadro de Peñarroya selló su clasificación para la fase de grupos de la Basketball Champions League. El equipo burgalés, que ya había ganado en Kiev por 83-86 arrolló al cuadro ucraniano 96-62 y consiguió una clasificación histórica para el equipo, ante 9.600 personas, un récord de asistencia en la ronda previa de la competición.
