Los Knicks de Nueva York confirmaron, a través de su departamento de relaciones públicas, que el pívot turco-suizo Enes Kanter no viajará a Londres con el equipo para el partido de liga del próximo 17 de enero ante los Wizards de Washington, por problemas de visado.
Los Knicks, que la pasada noche ganaron a domicilio por 112-119 a Los Angeles Lakers y rompieron racha de ocho derrotas consecutivas, se han desmarcado de las declaraciones que realizó Kanter nada más concluir el encuentro disputado en el Staples Center y en las que aseguraba que no viajaba Londres por temor a ser "asesinado" por orden del presidente turco Tayyip Erdogan.
En 2017, Kanter estuvo retenido en Rumanía, y un fiscal de Turquía pedía para él cuatro años de cárcel por 'insultar' al presidente. Kanter es seguidor del clérigo islamista Fetulá Gulen, al que las autoridades acusan de estar detrás del intento de golpe de Estado de 2016.
Las autoridades turcas revocaron el año pasado el pasaporte del jugador y emitieron una orden de arresto, declarándole fugitivo por su apoyo a Gulen, quien también reside en Estados Unidos. Kanter describió a Erdogan como "el Hitler de este siglo" después de haber dejado Rumanía y llegar de nuevo a Estados Unidos.
Ahora, de acuerdo al polémico jugador, ya había hablado con la directiva de los Knicks para manifestar sus temores y decisión, con lo que permanecerá en Nueva York entrenando mientras sus compañeros jueguen en el en el O2 de la capital inglesa ante los Wizards.
Pero de la única entrevista que tuvo Kanter con los directivos del equipo neoyorquino fue para trasmitirles su descontento por la perdida de minutos y titularidad. Kanter se reunió el pasado lunes con el gerente general de los Knicks, Scott Perry, al quien le expresó su frustración por la perdida de protagonismo dentro del equipo, pero no solicitó un traspaso porque dijo que le "gustaba mucho" vivir en Nueva York.
Aunque reconoció que como profesional también quería ganar, algo que con la actual plantilla y filosofía de reconstrucción de los Knicks, al menos por lo que resta de temporada, le será muy difícil y complicado de conseguir. Kanter, que tiene promedios de 14,4 puntos y 10,6 rebotes por partido, tiene una aportación defensiva muy pobre, y el entrenador de los Knicks, David Fizdale, lo mandó al banquillo.
La decisión tomada por Fizdale, que lo mantuvo de reserva la pasada noche frente a los Lakers, es considera por Kanter como algo "prematura", "sin justificación" y que le genera "frustración". Ante los Lakers, en los 27 minutos que disputó de reserva, surgió como el sexto jugador y líder dentro de la pintura al conseguir un doble-doble de 16 puntos y 15 rebotes -11 defensivos-, dio tres asistencias y puso tres tapones, que ayudaron a los Knicks a romper racha de ocho derrotas consecutivas.
El triunfo ante los Lakers permitió a los Knicks ponerse con marca de 10-29 y tener la tercera peor de la liga, empatados con los Bulls de Chicago. Kanter está en su último año de contrato con los Knicks, que tienen que pagarle un salario de 18,6 millones de dólares, por lo que ante el bajo rendimiento que ha tenido el equipo en lo que va de temporada, los directivos se han decidido por los jóvenes valores para que adquieran experiencia de cara a formar un núcleo nuevo con el que pueda trabajar el pívot letón Kristaps Porzingis, su jugador franquicia, y que es baja por lesión.
Los Knicks también podrían tener de nuevo una selección alta en el próximo sorteo universitario, y su gran objetivo es conseguir a una estrella en el mercado de los agentes libres cuando llegue el verano, con lo que deberán tener suficiente espacio en el tope salarial y la renuncia a los derechos de Kanter se lo dan.