La selección española de baloncesto se medirá este viernes con Italia en un partido decisivo para su futuro en el Mundial de China, compromiso que afronta advertida tanto por el poderío ofensivo de su rival como por sus problemas físicos, ya que no es segura la presencia de dos puntales como Rudy Fernández y Sergio Llull.
España llega invicta a su cuarto partido en el campeonato, pero esas victorias no le conceden margen de error y sabe que está obligada a sumar al menos una victoria en la segunda fase para llegar a cuartos de final. Visto el poderío de Serbia, su siguiente rival el domingo, Italia parece la mejor opción.
Pero eso no quiere decir que el encuentro sea asequible, ni mucho menos, ni por la calidad del juego exterior italiano ni por el dubitativo rendimiento de España en este Mundial, donde ya ha sentido sudores fríos para imponerse a adversarios a priori cómodos como Puerto Rico e Irán.
Esos rivales emplearon una fórmula similar que les funcionó para llegar vivos hasta los minutos finales: colapsar la zona para frenar la productividad de Marc Gasol, el mejor activo del que dispone Sergio Scariolo, y a cambio conceder tiros abiertos. La respuesta española desde el perímetro no ha sido buena (32% en triples) y eso le ha condenado al equipo a sufrir.
Además, dos de sus mejores tiradores, Rudy Fernández (torcedura de tobillo) y Sergio Llull (esguince de muñeca), arrastran problemas físicos y Scariolo no se ha atrevido a garantizar su presencia, aunque se presume que forzarán, conscientes de que este partido puede marcar el punto de inflexión para su selección.
Al otro lado de la pista, una selección italiana experta en amargar la vida a España, como ya ocurrió en los Eurobasket de 2013 (86-81) y 2015 (105-98), pero que suele fallar en los momentos decisivos y que no se cuelga una medalla en un gran torneo internacional desde hace ya 15 años.
Romeo Sacchetti cuenta en su arsenal con dos 'asesinos' temibles como Danilo Gallinari y Marco Belinelli, ambos con más de una década de experiencia en la NBA, pero también con Luigi Datome, Daniel Hackett o Alesandro Gentile, todos nombres muy reconocibles de la élite europea durante los últimos años y deseosos de conseguir su primer gran resultado con la 'azzurra'.
Por contra, no dispone de un banquillo de garantías ni de un gran pívot, circunstancia de la que puede aprovecharse Gasol, pero sí está contando con buenos minutos del nacionalizado Jeff Brooks, ex ala-pívot del Unicaja. Tras arrollar a las débiles Filipinas y Angola y caer ante Serbia (77-92), Italia también se juega la vida en el 64º enfrentamiento histórico entre ambas selecciones, cara a cara que domina con claridad por 40-23.
