Liderado por un inmenso Alessandro Gentile, el Movistar Estudiantes confirmó su resurrección en el mejor escenario posible, el derbi regional frente a su eterno rival, un Real Madrid que se vio desbordado por una exhibición de fe y buen baloncesto que permite a los colegiales tomar oxigeno (93-88).
La mejor versión de los hombres que entrena José María Berrocal llegó en el momento más oportuno, con el equipo en puestos de descenso y el entrenador catalán más cuestionado que nunca. La segunda victoria consecutiva en Liga en tres días, y ante un rival de tal entidad, les permite encarar al futuro con más optimismo.
El Real Madrid lo intentó todo, pero no fue capaz de frenar la producción ofensiva de un rival liderado por un Alessandro Gentile muy motivado (25 puntos), que estuvo secundado en todo momento por Dario Brizuela (16) y Shayne Whittington (16) y que mejoró sus porcentajes desde el triple respecto a actuaciones anteriores. El partido arrancó eléctrico, con Gentile y Santi Yusta especialmente inspirados ante el aro rival.
Los colegiales imprimían una marcha más a sus ataques y su acierto desde el triple -con cuatro lanzamientos sin fallo en los primeros ocho minutos, dos de ellos con la firma de Shayne Whittington- le dio las primeras ventajas de la tarde. Con cinco abajo y a dos minutos y medio por jugar, Pablo Laso pidió un tiempo muerto que tuvo su efecto inmediato gracias a la efectividad del mexicano Gustavo Ayón, quien logró cerrar un primer cuarto vibrante con empate a 25.
Trey Thompkins y Dario Brizuela tomaron el relevo anotador de sus respectivos equipos en la reanudación y los empates se sucedían en un segundo cuarto de ritmo vertiginoso y sin un dominador claro ni en la pista ni en el marcador. Rudy Fernández encadenó dos triples que dieron aire a los suyos, aunque la rápida respuesta de un Víctor Arteaga poderoso bajo aros y que no se amilanó ante Tavares mantuvo a los anfitriones por delante (41-38, min 17).
La reacción blanca llegó desde el perímetro, con el primer triple de Klemen Prepelic y otros dos de un Rudy Fernández letal desde todas las posiciones y que se echó a su equipo a la espalda. Con 14 puntos, tres rebotes, dos asistencias y 16 de valoración en el segundo acto, el balear despertó a los de Pablo Laso y les permitió irse ganando al descanso tras una gran primera mitad que dejó el derbi abierto para la reanudación (46-49, min 20).
La incertidumbre se mantuvo durante todo el tercer cuarto. El Real Madrid mantenía el dominio del rebote gracias a Ayón y Reyes pero sufría con los lanzamientos lejanos de Whittington y Caner-Medley. El Estudiantes siguió tratando de tú a tú al campeón de Europa y ninguno de los dos equipos logró ventajas superiores a dos puntos, hasta que un acelerón final comandado por Gentile devolvió el mando del partido a los colegiales, que se pusieron cinco arriba y llegaron ganando a los diez minutos decisivos (66-64).
Un pequeño bajón blanco permitió a los de Jose María Berrocal tomar oxígeno. Gian Clavell se sumó a la fiesta desde el perímetro y empezó a decantar el duelo a favor de los anfitriones (77-71, min 34). El Real Madrid no carburaba a su nivel habitual y un nuevo latigazo de Gentile subió el 81-72 a 3.45 del final.
Con medio partido en el bolsillo, Llull metió el miedo en el cuerpo con tres triples marca de la casa y diez puntos consecutivos, aunque el triunfo ya no se escapó a un Estudiantes mas necesitado.