El base Kemba Walker anotó 46 puntos, incluidos 10 triples, en 28 minutos de acción que permitieron a los Hornets de Charlotte vencer por paliza de 140-79 a los desahuciados Grizzlies de Memphis, el equipo con la peor marca de la liga.
Para los Hornets, que todavía tienen probabilidades matemáticas de estar en los playoffs de la Conferencia Este, la anotación ante los Grizzlies se convirtió en el sexta mayor diferencia que se ha dado en el marcador de un partido en la historia de la NBA.
No jugó Gasol
La inspiración encestadora de Walker, que consiguió el noveno partido de al menos 40 puntos en lo que va de temporada, dominaron por completo a unos Grizzlies que jugaron sin el pívot español Marc Gasol al que le dieron descanso para que no jugase en noches seguidas.
La ausencia de Gasol se notó de inmediato en el apartado defensivo y permitió que los Hornets entrasen a formar parte de los libros de historia de la NBA. Solamente los Cavaliers de Cleveland, en 1991; Pacers de Indiana, en 1998; Los Angeles Lakers, en 1972; Warriors de Golden State, en 1991, y los antiguos Nationals de Syracuse, en 1960, han tenido mayor diferencia.
Los propios Hornets tenían establecida en 52 puntos su mayor diferencia conseguida en un partido cuando se enfrentaron el 27 de febrero de 1992 a los Sixers de Filadelfia (136-84). Además, el triunfo de los Hornets se dio en la noche que no tuvieron a su pívot estrella, Dwight Howard, que tuvo que cumplir con la suspensión de un partido después de haber acumulado 16 faltas técnicas en lo que va de competición.
Willy, titular
El veterano pívot de los Hornets es uno de los tres jugadores de la NBA que en los últimos 20 años (Andrew Bynum, 11 de abril, 2012, y Kevin Love, 12 de noviembre del 2010) han conseguido al menos 30 rebotes en un partido.
Su puesto fue ocupado por el español Willy Hernangómez, que hizo su debut como titular con los Hornets, y completó una excelente labor en todas las facetas del juego. Hernangómez, que jugó 19 minutos, aportó un doble-doble de 10 puntos y 12 rebotes que lo dejaron como el mejor en las acciones dentro de la zona.
El escolta novato Donovan Mitchell y el base español Ricky Rubio se combinaron para anotar 48 puntos y lideraron el ataque ganador de los Jazz de Utah, que se impusieron a domicilio 112-119 a los Mavericks de Dallas.
La victoria fue la décima que conseguían los Jazz en los últimos 11 partidos disputados, tras romper por sorpresa el martes una racha de nueve triunfos consecutivos al perder en su campo por 94-99 ante los Hawks de Atlanta, el peor equipo, junto con los Magic de Orlando, en la Conferencia Este.
Los Jazz, al alza
Pero esta vez los Jazz, que tienen marca de 41-31, siguen en el octavo lugar de la Conferencia Oeste, empatados con los Timberwolves de Minnesota, que descansaron, y poseen los últimos dos puestos de la clasificación que les dan derecho a estar en la fase final.
Junto a Mitchell, que también capturó cinco rebotes, dio cuatro asistencias y recuperó tres balones, los otros cuatro titulares de los Jazz acabaron con números de dos dígitos, encabezados por Rubio. El jugador de El Masnou recuperó su mejor inspiración encestadora y aportó 22 puntos en los 34 minutos que estuvo en la pista del American Airlines Center, de Dallas.
Rubio anotó 8 de 14 tiros de campo, incluidos 4 de 8 triples, y acertó 2-2 desde la línea de personal. Además el internacional español también tuvo presencia dentro de la zona al capturar cinco rebotes --todos defensivos--, dio tres asistencias, recuperó cinco balones, perdió otros cinco y cometió cinco faltas personales.