El documental 'El último baile', sobre la vida del Michael Jordan, ahonda en uno de los episodios más difíciles por los que ha pasado el legendario jugador de baloncesto: la violenta muerte de su padre, James Jordan, quien fue asesinado en el verano de verano de 1993. Este trágico crimen fue clave en la retirada de Jordan tras ganar su tres primeros títulos de la NBA con Chicago Bulls.
James Jordan asistió al funeral de un excompañero en Wilmington, Carolina del Norte. Un día después, el 23 de julio de 1993, desapareció y fue hallado, semanas después, en un arroyo de Carolina del Sur... con heridas de bala.
Apenas un par de meses después, Michael Jordan se retiraba del baloncesto: "Me consuela saber que mi padre ha visto mi último partido [...] No tengo nada más que demostrar, no tengo más desafíos", dijo.
Aseguró que nada tenía que ver la muerte de su padre con su retirada, pero lo cierto es que parece que fue determinante: "Me ha hecho darme cuenta de lo corta que es la vida. Hay momentos en la vida en los que tienes que dejar el deporte de lado. Quiero dedicar más tiempo a mi familia, porque he sido muy egoísta".
Daniel Andre Green y Larry Martin Demery, que entonces tenían 18 y 17 años, cumplen cadena perpetua por aquel crimen. Ambos habían disparado a James mientras éste echaba la siesta dentro de un Lexus en un cruce de la autopista interestatal 95; el padre de Michael iba camino de Charlotte para tomar un vuelo de regreso a Chicago.
Demery, que era menor de edad, se declaró culpable de asesinato en primer grado; por su parte, Green sigue manteniendo que es inocente. Demery declaró que Green fue hacia el coche de James Jordan para robarle y, según su declaración, le disparó cuando dormía en el interior del Lexus.
Sin embargo, la declaración de Green es totalmente diferente: cuenta que ambos estaban en una fiesta y Demery se ausentó durante horas. Cuando este regresó, le contó que había disparado a alguien en la autopista y le pidió ayuda para deshacerse del cadáver... algo que Green aceptó.
Muchas preguntas quedaron sin respuesta; el cuerpo de James Jordan estuvo en aquel arroyo de Carolina del Sur durante al menos once días y fue hallado en avanzado estado de descomposición. Su cuerpo fue encontrado el día 3 agosto y fue incinerado el día 7 por un forense. Finalmente, el día 13 fue identificado como James Jordan por los registros dentales.
El primer informe
Según la Fiscalía, James recibió un disparo a la altura del corazón cuando dormía en el Lexus (se corresponde con la versión de Demery). No obstante, según recogió el 'Chicago Tribune', en su primer estudio el informe del forense aseguraba que no había herida de salida en el cuerpo de Jordan, ni agujero de bala en la camiseta, ni rastros de sangre, ni de pólvora.
En el documental 'El último baile' vemos cómo en su momento se especuló sobre la relación entre la ludopatía de Michael Jordan y la muerte de su padre: "Estaba devastado. Era la voz de la razón, mi sostén, me inspiraba... La gente que contaba aquellas historias y especulaciones lo hacían para hacerme daño".
Las autoridades siguen manteniendo que su padre murió en un incidente violento y los dos acusados siguen en la cárcel. Michael nunca quiso saber las razones del asesinato de su padre: "No lo quiero saber porque me dolería todavía más. Es mejor que no sea así", reconoció a Oprah Winfrey el exjugador de Chicago Bulls.
El resto de la historia... es Historia: Michael se fue a jugar al béisbol para regresar a los Bulls más de un año después... y ganar tres anillos más.