El Real Madrid tuvo una plácida visita a Badalona, donde
ganó (66-84) al Divina Joventut en un partido que los verdinegros tiraron en un
pésimo primer cuarto en el que solo anotaron seis puntos y sirvieron el triunfo
en bandeja al líder.
El equipo de Pablo Laso no necesitó de la excelencia para
vencer a un rival que sumó su quinta derrota consecutiva y ya tiene las mismas
derrotas y victorias que los dos últimos clasificados, el San Pablo Burgos y el
Real Betis, aunque las sensaciones que transmite no son las mismas que
burgaleses y sevillanos, ambos en línea ascendente.
El joven Santi Yusta, con
18 puntos, incluidos cuatro triples de seis intentos, fue el jugador más
regular del conjunto blanco, que se permitió tener a Luka Doncic, su gran
estrella, durante 27 minutos sentado en el banquillo. Los verdinegros jugaron
uno de los peores cuartos de su historia con solo seis puntos, veinte menos que
los blancos (6-26), lo que les pasó factura.
Ni defendió ni supo atacar el
equipo de Diego Ocampo, que se vio claramente superado por el acierto de Fabian
Causeur y de Santi Yusta, que sumaron 15 de los 26 puntos blancos en los
primeros diez minutos, y dio la impresión de no saber muy bien qué hacer ante
un rival al que le bastó con cumplir el expediente sin grandes alardes.
Edy
Tavares intimidó a Jerome Jordan en el interior de la zona y el equipo de
Badalona lo fió todo al tiro exterior. El 3 de 19 de la Penya en tiros de
campo, incluidos 0 de 7 desde la línea de tres puntos, resume los peores diez
minutos que se recuerdan en Badalona.
El Real Madrid se tomó un respiro tras
alcanzar su máxima diferencia al inicio del segundo cuarto (6-28, min. 12) y el
Divina Seguros Joventut inició el proceso de maquillaje del resultado. Jerome
Jordan no tuvo tantos problemas para anotar cuando Felipe Reyes ingresó en
pista.
El capitán madridista se reservó sus mejores acciones para el ataque
dando un cursillo gratuito a los pívots verdinegros de cómo se juega en el
poste bajo.
Los verdinegros reaccionaron con los puntos de Maalik Wayns y
Patrick Richard para reducir la ventaja a 13 puntos (24-37, min. 19). Dos
veteranos de la ACB como Felipe Reyes y Sergi Vidal pusieron los dos últimos
puntos de sus respectivos equipos para mantener esa diferencia al descanso
(26-39).
El acierto de Wayns desde los tres puntos permitió a la Penya recortar
la diferencia hasta los ocho puntos (36-44, min. 24). Y hasta ahí llegaron los
catalanes.
Santi Yusta y Thompson clavaron dos triples y Luka Doncic destapó
por fin el tarro de las esencias. El fenómeno esloveno ofreció a los 8.597
aficionados, muchos de ellos madridistas, que acudieron al Olímpic cuatro
minutos de fantasía que comenzaron con un 'alley-oop' a Edy Tavares y siguieron
con dos canastas solo al alcance de los genios.
Facundo Campazzo concluyó con
un triple un parcial de 2-16 que devolvió el partido a las diferencias del
primer cuarto (38-60, min. 28). Tavares volvió a sembrar el pánico, esta vez
bajo el aro verdinegro, para llevar a los blancos hasta los 25 puntos de renta
(43-68) al final del cuarto.
Sin Luka Doncic sobre la pista en el último
cuarto, volvió el Real Madrid más pragmático. Los locales intentaron un nuevo
retoque del marcador de la mano de Saulius Kulvietis (54-71, min. 35), aunque
no le bastó.
Rudy Fernández anotó un triple marca de la casa y Dino Radoncic
puso pillería para conseguir su propio rebote tras fallar un tiro libre para
volver a establecer una máxima ventaja blanca de 26 puntos (58-84, min. 38) a
la que los catalanes respondieron con un parcial final de 8-0 para dejar el
definitivo 66-84.