Tras recuperarse de un mal inicio y llegar al descanso por delante, el Valencia firmó una segunda parte inconsistente, muchos menos agresivo que su rival en todas las facetas del juego y sin ideas para plantar cara al equipo de Sarunas Jasikevicius, que al sumar su novena victoria y la cuarta seguida se confirma como la revelación del torneo.
Al Valencia se le acumularon de inicio los problemas. A la baja de Guillem Vives, que ya dejaba al Valencia con un único base puro, se unieron las dos faltas señaladas a Van Rossom en el primer minuto y medio de juego y un 2-10 inicial que el Zalgiris construyó sobre la ambición de Davies en el rebote ofensivo.
Salieron San Emeterio y Green a cubrir el descanso del belga y poco a poco el Valencia, con el ímpetu de Abalde, empezó a poder superar la agresiva primera línea lituana y a anotar cerca del aro. Aún así los tiros lejanos de Jankunas mantuvieron por delante a los visitantes (16-19, m.10).
Tras haber obligado a replegarse a la defensa del Zalgiris el Valencia sí que pudo anotar desde la línea de tres puntos y así consiguió ponerse por delante por primera vez.
Durante unos minutos el choque se igualó pero el Valencia siguió circulando bien la pelota y eso le permitió seguir alimentando su marcador desde la línea de 6'75, ayudado también por la buena labor de Dubljevic en el rebote de ataque, y llegar al descanso por delante (36-34, m.20).
Bien guiado por Micic, volvió a salir el Zalgiris con las ideas mucho más claras y aunque sus bajos porcentajes de tiro retuvieron unos minutos su despegue en el marcador a mitad del tercer cuarto empezaron a distanciarse de un Valencia que salió del vestuarios sin tener claro qué quería hacer.
Con la entrada de Van Rossom y Abalde, los locales ganaron criterio y agresividad pero el gallego, por más que lo intentó, no estuvo acertado con los tiros que tuvo y el Zalgiris pudo ampliar su ventaja sin hacer demasiado (42-51, m.28).
El coraje de Dubljevic, pese a jugar medio cojo por molestias, y de Rafa Martínez mantuvo vivo al Valencia y aunque la aparición anotadora de White dio margen al Zalgiris, finalmente un par de acciones de Erick Green permitieron a los locales estrechar el marcador (59-65, m.37).
Pero ni el Valencia tuvo ideas ni el Zalgiris perdió la calma y mientras los locales dilapidaron sus opciones, el conjunto lituano los sentenció con dos triples desde la esquina tras una buena circulación de balón, una comparación que acabó de desesperar a la Fonteta.