El español Alejandro Valverde, muy emocionado y lloroso tras lograr el oro mundialista en Innsbruck (Austria), confesó no tener palabras por un triunfo así, el más buscado de su carrera, ya que aún no se creía la victoria.
"Estoy sin palabras, no me lo creo todavía. Han sido tantos años luchando por él y al fin se ha conseguido", se congratuló, muy agradecido a una selección española "que ha estado de 10" y a la que dedicó el triunfo además de a la gente que le "quiere".
"La selección ha estado de diez, ha sabido estar en todo momento donde debía y yo también he sabido defender mis opciones en el sprint, en el que me han dejado toda la responsabilidad", explicó.
"Ha sido un sprint largo y he atacado a 300 metros y al final he ganado", se felicitó un Valverde, muy feliz en el podio, donde le felicitó el anterior campeón Peter Sagan, vencedor en 2015, 2016 y 2017 y presenció la entrega de medallas el también tricampeón del mundo Oscar Freire, uno de los ahora ya cuatro españoles campeones del mundo en ruta.
En la recta de meta, Valverde desveló que "sabía que no podía fallar". "No podía fallar ni a la selección ni a mí y al fin he ganado. Siento una emoción terrible", finalizó.