La carrera de la indignación: los ciclistas se protegen con mascarillas de los altos niveles de contaminación en el Tour de Siak

La rotura de tierras vírgenes ya no solo afecta a la vegetación y el ecosistema mundial, sino también al deporte. Este es el caso del Tour de Siak en Indonesia, donde muchos ciclistas se negaron a correr y otros participaron con mascarillas.

Los motivos de las quejas de los corredores fueron los altos niveles de contaminación producidos por la quema de vegetación para el cultivo de palma. Los índices de polución eran de 180, un tanto por cierto demasiado tóxico para el ser humano.

La polémica del caso viene porque la organización del evento no ha aplazado o, por lo menos, neutralizado la carreta por las pésimas condiciones del aire. Fuentes especializadas hablan de que autoridades competentes de la UCI no viajaron al día de la carrera por precaución, al igual que varios equipos como el Saint George o el PGN local se negaron a competir.