El recorrido de la Vuelta 2018 presentado en el auditorio Felipe VI de Estepona (Málaga) ofrecerá en su 73 edición su sello habitual de abundante montaña e incluye una crono larga de 32,7 kilómetros en la última semana que será uno de los jueces de la prueba junto al Coll de la Gallina, puerto andorrano que espera la víspera del final en Madrid.
Fiel a su estilo de buscar nuevos alicientes montañosos la Vuelta, que comenzará en Málaga el 25 de agosto y finalizará en Madrid el 16 de septiembre, hace un nuevo llamamiento a la batalla por todo lo alto, aunque en esta ocasión el recorrido se muestra más amable para los velocistas que tendrán sus opciones de gloria en varias etapas.
En el menú se incluyen 5 etapas de montaña, 2 finales en alto, 6 de media montaña, 6 llanas, dos contrarrelojes, la inicial de 8 kilómetros y una larga de 32,7 en la decimosexta y 2 jornadas de descanso. Las grandes novedades son los nuevos puertos de Alfacar (Granada, 4a etapa), Les Praeres (Asturias, 14a) y el Monte Oiz (Bizkaia, 17a), novedades que se mezclan con el tradicional ascenso a Lagos de Covadonga y el menos habitual de La Covatilla en Salamanca, que aportará interés a la segunda semana.
Un recorrido "equilibrado con ocasiones para todos que busca el espectáculo de principio a fin", según explicó Javier Guillén, director de la Vuelta, y con una tercera semana explosiva que decidirá el podio, con la crono de Cantabria y sobre todo, el último escalón con la etapa reina el penúltimo día con final en el Coll de la Gallina, con 6 puertos y meta a casi 1.580 metros de altitud.
La Vuelta empezará con un tinte cultural, ya que lanzará la crono inicial desde el Cubo del Centro Pompidou de Málaga. Aún en la provincia malagueña empezará la fiesta el segundo día con la llegada a Caminito del Rey, una cima de segunda categoría que estrenó en 2015 el colombiano Esteban Chaves Tras una ondulada tercera etapa, en la cuarta ofrece marcha para los favoritos, con el ascenso a Alfacar, de 12 kilómetros y rampas que llegan al 20 por ciento de desnivel. Primer pulso serio de la Vuelta a España.
Tras un tránsito de media montaña por tierras de Granada y Almería, los esprinters tratarán de vivir sus días de gloria en las metas de San Javier, Pozo Alcón y Almadén. El pelotón serpenteará entre Murcia y Andalucía antes de entrar en Castilla la Mancha. La Vuelta no se ha olvidado de Alejandro Valverde, que disfrutará de la salida de la séptima etapa en su pueblo natal, Las Lumbreras.
La Vuelta vuelve a Salamanca
Antes de disfrutar de la primera jornada de descanso llegará el plato fuerte de la segunda semana, la novena etapa entre Talavera y la estación invernal de La Covatilla, cuya cima se sitúa a caso 2.000 metros de altitud. La Vuelta regresa a Salamanca y descansará en la capital charra el 3 de septiembre. Tras el reposo la Vuelta de meterá en tierras zamoranas para partir de Monbuey y llegar a la Ribeira Sacra, en Galicia, con la etapa más larga de la edición con 208 kilómetros de recorrido y un perfil para intentar aventuras.
Sin salir de la comunidad gallega se ofrece un posible esprint en la llegada a Estaca de Bares, el punto más septentrional de la península. La Vuelta entrará en zona caliente con el tríptico astur leonés en las etapas 12, 13 y 14, donde esperan La Camperona, que vuelve tras dos años para ofrecer un duro ascenso que concluye a casi 1.600 metros de altitud.
Un día más tarde, coincidiendo con el Día de Asturias, 8 de septiembre, un plato fuerte con la llegada al inédito les Praeres Navia, una novedad que puede sorprender por su ascenso explosivo de 4 kilómetros que incluye rampas del 15 por ciento. La trilogía de montaña se cerrará con la mítica cima de los Lagos de Covadonga, que será visitada por la Vuelta por vigésima primera ocasión. Con un desnivel de 4.000 metros la etapa promete, ya que además incluirá una doble subida a El Fito. Nairo Quintana fue el último conquistador de Lagos.
La etapa 17, clave
Después del segundo día de descanso la carrera vuelve a la acción con otra cita clave, la contrarreloj individual de 32,7 kilómetros entre Santillana del Mar y Torrelavega, una oportunidad para los especialistas, que podrán compensar el tiempo que pudieran perder en la montaña. El ritmo ya no para en lo que resta hasta Madrid, pues en la etapa 17 habrá día de máxima expectación con una de las jornadas más esperadas.
La Vuelta entra en el País Vasco con un recorrido que empezará en Getxo y finalizará en la inédita cima del Monte Oiz, por el Balcón de Bizkaia, con 5 kilómetros finales por encima del 10 por ciento y superando por momentos el 19. Dura jornada con más de 3000 metros de desnivel acumulado. Tras la tempestad montañosa tregua y opción para los velocistas en la llegada a Lleida, donde ya hay que reunir las fuerzas que queden para el desenlace final de la ronda.
La decimonovena etapa entre la capital ilerdense y Andorra es asequible casi en totalidad, pero al final espera el ascenso a La Rabassa, donde los líderes tendrán que estar atentos. La víspera de la conclusión guardará intriga y emoción con la etapa reina, de solo 105 kilómetros entre Andorra y la cima del Coll de la Gallina.
La Gallina, juez de la ronda
Seis puertos en el menú con doble paso por La Comella y Beixalis antes de la subida definitiva de 7 kilómetros al 8 por ciento de media y repechos del 15. La Gallina se ha subido en tres ocasiones y esta vez será el juez final de la 73 edición. Su dureza se resume en 4.000 metros de desnivel. Los favoritos con opciones quemarán las naves en el puerto andorrano que desemboca en 1.580 metros de altitud.
El homenaje al vencedor tendrá lugar en los 112 kilómetros de etapa entre Alcorcón de Madrid. Antes, el traslado desde el Principado a la capital.