La sexta etapa del Tour de Francia viene con fuerza, empieza la montaña. A pesar de que el recorrido de 160,5 km no trae subidas de renombre dentro de esta mítica carrera, los seis puertos serán exigentes para el pelotón. El nacimiento del tramo de hoy será Mulhouse, una ciudad en el departamento del Alto Rin, conocida por su industria, y finalizará en alto con la Planche Des Belles Filles (1.1140 m).
El perfil de la carrera de hoy es accidentado con un desnivel de 1.090 m. Los ciclistas tendrán que hacer frente a tres puertos de primera, dos de segunda y otros dos de tercera categoría. El Markstein (1.183 m) será el primer puerto a subir con una categoría de primera y una subida de 10,8 km al 5,4%, a el le sucede un puerto de tercera el Grand Ballon de 1,3 km al 9%. Eso es el anticipo de lo que les vendrá, porque coronan el Ballon d'Alsace en el kilómetro 105 a una altura de 1.173 m y a partir de aquí la fatiga empezará hacer aparición para los dos platos fuertes del día: la Col des Chevrères y La Planche Des Belles Filles.
El primer pico, antes mencionado, parece que engaña por ser de segunda categoría, pero el Col des Chevrères de 3,5 km con una media de 9,5%, y rampas de hasta 18%, sube hasta los 914 m. Posteriormente bajan hasta los 483 m en el denominado Plancher Les-Mines para empezar a subir la bestia de hoy el Planche Des Belles Filles. Un puerto bonito, con un nuevo camino forestal final, de 7 km a una media del 8,7% y repechos de 20% y 24% propicios para los ataques.
La previsión que ofrece la organización para la salida es para las 13:25 del mediodía y una dura llegada para las 17:29 y 17:58 de la tarde.
Después de la victoria de Peter Sagan en la etapa de ayer, será un día duro para los de su género. Veremos si Julian Alaphilippe es capaz de aguantar el mallot amarillo porque por detrás, a menos de un minuto, ya acechan los lobos como Steven Kruijswijk, Geraint Thomas, Greg Van Avermaet, entre otros.