Kobe Bryant disputó su último encuentro en la NBA el 13 de abril de 2016 en la que fue su casa durante 20 años: el Staples Center de Los Ángeles. La 'mamba negra' se fue por todo lo alto: anotó 60 puntos contra los Utah Jazz.
El jugador no solo se fue con una aplastante exhibición. También lo hizo dejando un sutileza, un poema titulado 'Dear Basketball' y publicado en la web Players' Tribune. Una carta de despedida en la que Byrant habla de su pasión por el baloncesto.
El poema fue adaptado un año después en un corto de animación dirigido por Glen Keane, con banda sonora a cargo de John Williams. La pieza ganó el premio Óscar al mejor corto de animación en la edición de 2018.
Tras su retirada, Bryant no quería que su nombre quedase olvidado y ser recordado solo por su legado en el baloncesto. Quería trascender. Quería alcanzar ese 'plus' que muchas veces se le exige a la figura de los deportistas y mostrar el lado más humano detrás del jugador.
También, para esta plataforma escribió una potente a su yo de 17 años en la que habla de la familia y el éxito, dos temas que en muchas ocasiones chocan, con un lema principal, "invierte en tu familia, no les des".
'Letter to My Younger Self' - Carta a Mi Yo Más Joven
Querido yo a los 17 años,
Cuando mañana se haga realidad el sueño laker, tienes que encontrar la manera de invertir en el futuro de tu familia y amigos. Suena simple, y puedes pensar que es una obviedad, pero tómate tu tiempo para pensar más en ello.
He dicho INVERTIR.
No he dicho DAR.
Déjame explicarme.
Dar cosas materiales a tus hermanos y amigos puede parecer la decisión correcta. Les quieres, y ellos han estado siempre allí para ti creciendo, así que es justo que ellos también compartan tu éxito y lo que acarrea. Así que les compras un coche, una casa grande, les pagas las facturas. Quieres que tenga una vida hermosa y cómoda, ¿verdad?
Pero llegará un día en el que te darás cuenta que pese a que pensabas que hacías lo correcto, en realidad eras un lastre para ellos.
Entenderás que cuidabas de ellos porque te hacía sentir bien A TI, era A TI a quien le hacía feliz verles sonreír y sin ninguna preocupación en el mundo, y eso era muy egoísta por tu parte. Mientras tú te sentías satisfecho contigo, consumías lentamente sus sueños y ambiciones. Añadías cosas materiales a sus vidas pero les quitabas los bienes más preciados: independencia y crecimiento.
Entiende que estás a punto de ser el líder de la familia, y eso supone tomar decisiones complicadas, incluso si tus hermanos y amigos no las entienden.
Invierte en su futuro, no sólo des.
Utiliza tu éxito, riqueza e influencia para dejarlos en una buena posición para hacer realidad sus propios sueños y encontrar su verdadero propósito. Mételos en la escuela, consigue ofertas de trabajo y ayúdales a convertirse en líderes por ellos mismos. Haz que trabajen tan duro y con la misma dedicación como lo hiciste tu para llegar donde estás ahora y donde eventualmente llegarás.
Te escribo ahora para que puedas empezar este proceso inmediatamente, así no tendrás que enfrentarte al dolor y la lucha de quitarse esta adicción que tú les has facilitado. La adicción sólo conduce a la ira, al resentimiento y a los celos de todos los involucrados, incluyéndote a ti mismo.
A medida que pase el tiempo, les verás crecer con independencia y tener sus propias ambiciones y sus vidas, y como resultado tu vida con ellos será mejor.
Te podría escribir mucho más, pero a los 17 años, sé que no tienes mucho tiempo para sentarte y leer 2.000 palabras.
La próxima vez que te escriba, lo haré sobre los retos de mezclar la sangre y los negocios. El consejo más importante que te puedo dar es que te asegures de que tus padres sigan siendo PADRES y no agentes.
Antes de firmar el primer contrato, piensa cuál es el presupuesto adecuado para tus padres, aquel que les permita vivir bien y al mismo tiempo permita el crecimiento de tu negocio y haga que la gente tenga éxito a largo plazo. De esta manera, los hijos de tus hijos, y a la vez sus hijos, podrán invertir en su futuro cuando llegue el momento.
Tu vida está a punto de cambiar y las cosas te llegarán muy rápido. Pero intenta abstraerte de ellas cuando llegue la noche, después de nueve horas de entrenamiento.
Confía en mí, planificar las cosas desde el principio te ahorrará una tonelada de lágrimas y de angustia, algunos de los cuales duran hasta hoy.
Mucho amor,
Kobe