Es algo en lo que se lleva años trabajando pero puede que ahora esté algo más cerca. Sin teclado, sin ratón y con nuestro cerebro: tal vez ese sea el futuro, no muy lejano, de los videojuegos.
Las declaraciones de Gabe Newell, fundador de Valve, en una entrevista en la televisión neozelandesa han vuelto a abrir el debate. Asegura que su equipo está trabajando en la investigación de interfaces cerebro-ordenador y cree que nos estamos acercando “rápidamente a un futuro en el que los videojuegos utilizarán los datos y las señales que recibirán del cerebro”
Según Newell, su proyecto “de código abierto” podría leer las señales cerebrales a través del casco Galea de OpenBCI. Este sistema podría permitir estar dentro del juego, literalmente. Para los expertos estamos hablando de una tecnología que todavía no es conocida por el ser humano y según Sergio Yáñez, CEO de Psicosoft eSport Academy “quedaría mucho tiempo para llegar a controlar los videojuegos con la mente”.
Complicado diferenciar entre juego y realidad
Es inevitable pensar en la aplicación que podría tener esto en videojuegos de cualquier temática. Acción, deportes, estrategia, competición… Pero en esa ansiada búsqueda de ofrecer la máxima experiencia de realismo a través de los videojuegos ya trabajan muchas compañías.
No podemos olvidar que en 2020, el año de las consolas de nueva generación, ya nos empezamos a acercar a esas experiencias que permiten que sea complicado diferenciar entre juego y realidad.