Detienen a un famoso deportista de parkour en Irán, Alireza Japalaghy, no por subirse a una azotea de un rascacielos de Teherán, sino por besar a una mujer. Él mismo publicó la imagen a sus redes sociales.
La Policía iraní describe esa imagen como 'inmoral, comportamiento deshonrado e inapropiado'. A ella también le espera un mal futuro, porque en Irán la libertad aún tiene mucho camino que recorrer.
Alireza Japalaghy tenía ganas de volver a hacer parkour tras el confinamiento por el coronavirus. Sabía del riesgo de sus actos, pero no estaba preocupado: "No me importa".
Sin embargo, ahora estos vídeos que ha subido a su Instagram le pueden costar incluso la vida: "Cada año Irán ejecuta a decenas de personas, incluso menores de edad", nos explica Yolanda Vega, de Amnistía Internacional.
Ojalá esto no suceda, pero el régimen iraní es muy radical ante actitudes que califica como comportamientos no islámicos: su Policía cibernética califica como conducta inmoral el beso con una mujer que ha subido a sus redes.
"La tortura o los malos tratos siguen siendo generalizados y sistemáticos y se cometen con impunidad", dice Yolanda Vega. La chica aún no ha sido detenida, pero la policía de Irán anuncia que va a ser pronto y hay ejemplos de casos de castigos durísimos a mujeres simplemente por salir a la calle con velo: "38 años de cárcel y a 148 latigazos".