Estados Unidos está experimentando uno de los momentos más importantes y trascendentes de su historia reciente. La muerte de George Floyd a manos de un agente de policía en Minneápolis ha desatado una ola de protestas y disturbios en varias ciudades del país.
Y son muchos los deportistas que han alzado la voz ante la discriminación racial frente a la población de color. Desde Michael Jordan hasta Lewis Hamilton, pasando por el mismísimo Pau Gasol, quíen aseguró, en una entrevista exclusiva en Antena 3 Noticias, que comprendía la violencia de las protestas.
En mitad de este momento crítico, hay una persona que está muy lejos de solidarizarse con el movimiento antirracista. El presidente de EE.UU., Donald Trump, no está por la labor de comulgar con las protestas y ha amenazado hasta con sacar al Ejército a las calles para mantener la calma y paz sociales.
El gesto que ha unido a todas las protestas es la de arrodillarse, un gestó que 'inventó' el mariscal de campo Colin Kaepernick en el 2016 durante la entonación del himno nacional, antes que comenzasen los partidos.
Trump se planta ante la NFL y el gesto de Colin Kaepernick
Pero el presidente Donald Trump mantiene el duelo contra los deportistas que lo vuelvan a hacer, como sucedió hace cuatro años.
De momento, a través de su Twitter, ya ha enviado la promesa de no ver más fútbol americano y también de apoyar lo que han dicho otros aficionados de no comprar entradas para ver los partidos, cuando ya puedan llegar a las gradas de los campo tras la pandemia del coronavirus.
Además, el mandatario estadounidense criticó con dureza al comisionado de la Liga Nacional del Fútbol (NFL), Roger Goodell por decir ahora que el arrodillarse de los jugadores para protestar contra la injusticia social durante el himno nacional no es una falta de respeto a la bandera y al país.
