La dexametasona es una primera esperanza contra el coronavirus: un medicamento barato que evita muchas muertes por Covid-19. Lo conocen bien los alpinistas, ya que es vital en la escasez de oxígeno en las altas cumbres.
Nuestros mejores alpinistas conocen bien los beneficios de la dexametasona. "Un chute de dexametasona y revives. Estaba inconsciente, le inyecté dexametasona y se puso en pie", ha explicado Álex Txikón. Habla sobre la mismísima Edurne Pasabán en 2004: "Tuvimos problemas en la bajada de la cumbre del K2 y me tuvieron que inyectar dexametasona para descender", nos ha contado la alpinista.
Y en las películas sobre escalada la presentan como el tesoro más codiciado en cualquier expedición: "En mi bolsillo izquierdo lo llevo siempre. Sin ella es como cuando no llevas el cinturón de conducir, que te sientes raro", dice Txikón a Antena 3 Deportes. Es útil en casos de mal de altura que provocan edema pulmonar o cerebral.
"Es como un súper antiiflamatorio"
Y es que como el cinturón, la dexametasona salva vidas. Reduce la mortalidad en pacientes con Covid-19 que precisen oxígeno o respiración asistida: "Es como un súper antiiflamatorio", explica Edurne Pasabán.
Un estudio de la Universidad de Oxford defiende el uso de la dexametasona Pero ojo, sólo sirve en casos graves. En pacientes leves no tiene ningún beneficio; redujo las muertes en un 35% de los pacientes graves, pero no es una cura.