Gracias a estos flamantes resultados, España pasa a situarse en octava posición en el medallero global al situarse con 3 medallas de oro, 1 medalla de plata y 4 de bronce, además de 6 récords de España, conseguidos cuatro de ellos con María Vicente. Asimismo, en cuanto a la cantidad de atletas presentes en las finales de las distintas disciplinas, el equipo español ha logrado el sexto lugar con 21 finalistas, la segunda mejor posición de la historia tras Grosseto 2017 donde fueron 29, cuando la pletórica María Vicente comenzaba ya a escribir su historia, con cuatro récords y un oro espectacular.
El cuarteto español formado por Eliezer Zolawo, Javier Vicente Antúnez y Bernat Erta puso el broche y la octava medalla con el bronce en la competición de 4x400. A este logro, se unen los anteriores como el de Bernat Erta, subcampeón de Europa de 400m o el oro de Aaron Las Heras en 5.000m. El barcelonés se proclamó campeón de Europa con mejor marca personal (14:02:76). Las Heras se convierte así, en el tercer atleta español que logra el oro en un Europeo Sub-20 en toda la historia después de Fernando Cerrada en 1973 y Gabriel Navarro en 2011.
Asimismo, por la mañana llovieron las medallas. Yasiel Bryan Sotero se proclamó campeón de Europa de disco y Mariona García y Sara Gallego se colgaron sendos bronces en 10.000 metros marcha y en 400 vallas.
España consiguió hasta 22 marcas personales
Anteriormente, María Vicente, atleta a la que le faltan calificativos, se proclamaba campeona de Europa sub20 de heptanlón, consiguiendo el récord de España absoluto al llegar a los 6.115 puntos. Ese mismo día, la atleta Jaël Bestué conseguía la medalla de bronce en los 100m con sabor a oro. La pupila de Ricardo Diéguez, uno de los grandes culpables de este gran momento del atletismo español, ya había sido subcampeona del mundo de 200m en Nairobi y, en esta ocasión, eligió correr los 100m, sabiendo de sus posibilidades.
Ocho momentos, ocho medallas, que devuelven la ilusión al atletismo español. Un deporte plagado de estrellas.