El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha insistido en defender su decisión de cerrar el estadio municipal de Balaídos, lo que obligó a suspender la disputa del partido del domingo contra el Real Madrid, por los problemas derivados de los daños causados por el temporal, porque "las decisiones sobre seguridad en Vigo las toma el alcalde, no el Real Madrid" y ha advertido que no se cuestionó la suspensión por el mismo motivo del Deportivo-Betis.
En una rueda de prensa, el regidor olívico ha insistido en que no era viable la disputa del encuentro, después de que se hubiera desprendido parte de la cubierta, de que algunas planchas hubieran caído al terreno de juego y de que otras estuvieran en riesgo de caer.
A ese respecto, se ha remitido al informe de los técnicos municipales que alertaba de esos riesgos, así como de la imposibilidad de actuar en aquel momento sobre la cubierta, porque el viento podría poner en peligro a los operarios.
"El Madrid era conocedor de todo esto, pero usó mecanismos impropios de un club de fútbol", ha denunciado, en alusión a la "presión" ejercida "a través de medios de comunicación" para poder disputar ese encuentro.
"No sé si están enfadados porque les eliminamos de Copa", ha ironizado Caballero, quien ha rechazado las acusaciones del Real Madrid y ha subrayado que todo lo que ha dicho sobre la situación de esa grada de Balaídos "es absolutamente cierto". "Yo tomé la decisión correcta, y el Madrid no estuvo a la altura de las circunstancias", ha enfatizado.
Además, el alcalde de Vigo ha recordado que el pasado fin de semana también se suspendió el partido entre Deportivo y Betis por los daños que el temporal causó en Riazor. "En A Coruña esa decisión no se cuestiona, en Vigo sí porque jugaba el Real Madrid y se desataron todas las iras del universo", ha afirmado. "Yo esperaba que el Madrid cooperase".
La reforma de la grada de Río
Por otra parte, este martes se ha firmado el contrato con la empresa Copasa, adjudicataria de la obra de reforma de la grada de Río (donde se registraron los mayores desperfectos con el temporal) por 5,5 millones de euros.
Según ha explicado el alcalde, este contrato tendría que haberse firmado hace dos meses, pero el recurso presentado por la asociación ADEVigo ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) lo retrasó.
Una vez que el TACRC inadmitió ese recurso "con una contundencia absoluta" quedó demostrado, según Caballero, que era una maniobra "política" para frenar la reforma del estadio por parte de una entidad, ha reiterado, "con enorme cercanía al PP". "En condiciones normales, llevaríamos ya dos meses con la obra", ha señalado.
Así las cosas, ha explicado, ahora la empresa se pondrá en marcha para iniciar esa reforma, que consistirá en el cambio de la cubierta, la mejora del confort en las gradas, mejoras en la accesibilidad y otras actuaciones.
Según las estimaciones del Ayuntamiento, los trabajos deberán estar terminados al inicio de la próxima temporada, y se desarrollarán "intentando que haya las menores molestias posibles a los aficionados" (se ejecutarán sin cerrar la grada al público).