Juicio 'caso Rubiales'
El alegato de la fiscal del 'caso Rubiales': "¿Hasta cuándo vamos a exigir a la víctima un comportamiento heroico?"
Marta Durántez lo tiene claro: "No hubo pregunta, no hubo respuesta y no hubo consentimiento".
- El juez Fernández-Prieto, protagonista en el juicio a Luis Rubiales: así han sido todas sus reacciones y enfados
- El vídeo inédito de Luis Rubiales y Jenni Hermoso presentado en el juicio: "Yo creo que es una tontería"
- Vilda niega las presiones y amenazas al hermano de Jenni Hermoso: "Es falso. Le transmití mi preocupación"
Publicidad
La Fiscalía ha pedido condenar al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales al considerar que el beso que le dio en la boca a Jennifer Hermoso "fue no consentido". La fiscal Marta Durántez ha destacado el hecho de que ella era "una simple jugadora" que tuvo que enfrentarse a un dirigente "que no es que mandara mucho, es que mandaba todo".
Rubiales se enfrenta a dos años y medio de cárcel por delitos de agresión sexual y coacciones. Por su parte, el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector de Marketing Rubén Rivera y el exdirector de la selección masculina Albert Luque afrontan un año y seis meses de prisión solo por las presuntas coacciones.
"Estamos ante una simple jugadora enfrentada contra toda una Federación de fútbol con un poder que ya hemos visto en el juicio que tenía y con un presidente que no es que mandara mucho: es que mandaba todo. Si hubiera cedido no habría represalias y el posible trato de favor en la Federación", ha afirmado la fiscal en sus conclusiones durante el juicio.
"Sorpresa inmediata"
El Ministerio Público ha insistido en que "no hubo pregunta, no hubo respuesta, no hubo consentimiento". "La actitud fue sorpresiva, de sorpresa inmediata", ha seguido, reconociendo que le provoca "cierto rechazo tener que seguir preguntando a las víctimas de una agresión sexual por qué se reía, por qué lo celebró, por qué bebía champán, por qué comía...".
"Como mi obligación es que se aplique la ley y creo firmemente en aquello de lo que estoy acusando, me veo obligada a revictimizar una y otra vez a la que ya ha sido víctima", ha lamentado Durántez, quien ha lanzado una pregunta: "¿Hasta cuándo vamos a estar exigiendo a la víctima de una agresión sexual un comportamiento heroico?".
"¿Es menos víctima por esto?"
La fiscal ha asegurado que Hermoso "quería pasar desapercibida, que todo esto no quedara en el beso no consentido, sino en el triunfo de la selección y de ella como parte de esa selección". "¿Qué le podemos exigir que haga? ¿Que se vaya en un rincón a llorar? ¿Que monte un espectáculo? ¿Podemos exigirle eso? ¿Es menos víctima por eso?", ha proseguido.
Asegura Durántez que a la víctima no se le puede restar credibilidad por participar en los festejos del título Mundial: "¿Acaso ella no tenía derecho a celebrar un triunfo deportivo de tal entidad?".
El Ministerio Público, que ha mantenido su petición de condena, ha dejado claro que "no existe ningún precedente de animadversión o motivo espurio que lleve a Hermoso a faltar a la verdad en lo que pasó en el momento en que ocurre el hecho del beso ni posteriormente".
"Coherencia total"
Además, la fiscal considera verosímil su testimonio en tanto que "existe una coherencia total" que se ve respaldada por "la prueba practicada, entre los hechos narrados por ella y su comportamiento inmediato y posterior".
La Fiscalía ha apuntalado la versión de Jenni Hermoso con las que también han ofrecido en sede judicial sus compañeras de la selección, el entorno más cercano de la jugadora y también otro excargo de la Federación.
"Estado de shock"
"En cuanto baja del podio de recibir la medalla, dice: 'Me ha dado un beso'. No parece muy congruente que si el acto fue consentido, que si a ella no le importó ese comportamiento, ya desde un primer momento tan inmediato se encontrase en un estado en el que necesitara transmitir directamente esa información a sus familiares, a su familiar, a su hermano, a su amigo y a dos de las jugadoras a las que le pudo transmitir este mensaje. Lo cual muestra ya la sorpresa y el estado de shock en el que se encontraba ante la situación vivida", ha aseverado.
Durántez ha quitado importancia al hecho de que Hermoso se marchase del lugar del beso "sonriendo". "¿Qué obsta a que haya habido una agresión sexual? ¿Qué se pretendía? ¿Que le agrediera? ¿Que le insultara? En un acto que se estaba retransmitiendo en todo el mundo", ha espetado.
La fiscal ha reconocido que ella misma advirtió a Hermoso antes de que el incidente llegase a la Audiencia Nacional, avisándola de que se iba a poner "en tela de juicio su declaración", de que iban a llamarla mentirosa y de que iba a recibir "todo tipo de insultos", teniendo hasta que justificar por qué bebió champán tras el beso.
"Les preocupaba su chiringuito"
La teniente fiscal de la Audiencia Nacional se ha centrado en su informe en tratar de apuntalar el delito de coacciones por el que también acusa a Rubiales y a los tres exdirectivos de la Federación.
Durántez ha destacado que nadie ayudó o apoyó a la futbolista tras el beso. Y, si se acercaron a ella, fue "para coaccionarla, para no dejarla tranquila". "¿Me quieren decir que les preocupaba mucho esta señora? Les preocupaba su chiringuito. Eso es lo que les preocupaba. Y a las pruebas me remito del resultado", ha lamentado.
La fiscal ha desgranado el "puzzle coactivo" en el que, según ella, participaron Rubiales, el exseleccionador de la Selección femenina Jorge Vilda, el exdirector de la masculina Albert Luque y el exjefe de marketing Rubén Rivera, y que se desplegó en varios escenarios: en el vestuario, en el autobús hacia el aeropuerto, en el avión, en el viaje a Ibiza y al no ser convocada tras el Mundial.
La maquinaria de la RFEF, contra ella
Jenni Hermoso tuvo, según la fiscal, "toda una maquinaria de la Federación contra ella, llamándola mentirosa, tratando de desacreditarla de todas las formas posibles", con unos acusados "dispuestos a hacer lo que haga falta" por arreglar la situación, para lograr "a toda costa" lo que querían.
La fiscal ha subrayado la dependencia jerárquica que los tres exdirectivos tenían respecto a Rubiales, con quien "hicieron carrera" en la Federación, y por eso pretendieron obligar a Jenni Hermoso a hacer lo que no quería, ha dicho.
Y también ha resaltado el "desnivel jerárquico" con respecto a Hermoso: una futbolista frente a altos cargos de la Federación. Ella, ha dicho, acababa de ser "víctima de una agresión sexual y se pretende hacer ver que las cosas no son como ella pensaba que eran".
Aunque, según la jurisprudencia, no es necesaria la violencia para que se dé un delito de coacciones, Durántez ha defendido que "claro que hubo, violencia psíquica y mucha".
"Si Rubiales caía, caían todos"
En la Federación, ha subrayado, nadie ayudó ni se preocupó por Jenni Hermoso, "solo para coaccionarla, para no dejarla tranquila" y ha resaltado el peso de Rubiales. "Cualquiera le decía nada", ha dicho sarcásticamente.
"Si él se caía, se caían los demás", ha aseverado Durántez y, como prueba, ha afirmado que ya ninguno forma parte de la Federación, aunque ha dejado claro que "no los echó" Jenni Hermoso; "fueron ellos con sus hechos".
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad