La derrota en Vigo completó el peor inicio de la era Simeone en tres jornadas de la Liga, una advertencia para el Atlético de Madrid, con el aval de la reacción que ha demostrado en comienzos del torneo similares recientemente, pero con la urgencia de ajustar sus expectativas con el juego y los resultados.
"Este partido es una buena llamada de atención, primero para mí", asumió inmediatamente el técnico argentino después del 2-0 contra el Celta en Balaídos, donde se quedó en cuatro puntos, su peor volumen en los tres primeros duelos del campeonato desde que asumió el cargo, siempre por encima de ese registro en cada uno de los cursos.
Repaso de resultados
La pasada temporada, en 2017-18, inició la competición con un punto más, fruto de un triunfo (1-5 en Las Palmas) y dos empates (2-2 en Girona y 0-0 en Valencia), y un año antes, en 2016-17, arrancó igualmente con cinco puntos, con dos igualadas (1-1 con el Alavés y 0-0 en Leganés) y una victoria (0-4 precisamente en Vigo).
Hasta el actual ejercicio, eran los dos comienzos de campaña menos productivos de Simeone, por debajo de los nueve puntos en tres duelos que sumó en 2013-14, cuando después conquistó el título; de los seis de 2015-16; y de los siete de 2014-15 y 2012-13.
Sólo en uno de los seis sufrió una derrota a estas alturas, en 2015-16, cuando perdió con el Barcelona por 1-2 en la tercera cita de Liga. Nada más en ese momento -aquella campaña concluyó en la final de la Champions-, entre todas las competiciones oficiales, probó la derrota más pronto que ahora.
En el resto, no. Ni en 2017-18, al octavo choque (1-2 con el Chelsea); ni en 2016-17, al duodécimo (1-0 en Sevilla); ni en 2014-15, al sexto (3-2 con el Olympiacos); ni en 2013-14, al decimoquinto (1-0 con el Espanyol); ni en 2012-14, al decimocuarto, cuando cayó en Valencia por 2-0. En 2011-12, cuando asumió el cargo mediado el curso, tardó diez encuentros en perder.
Simeone está tranquilo
"No estoy preocupado. Estoy más tranquilo que nunca. Es un toque de atención", remarcó el sábado Simeone tras el 2-0 en Balaídos. Así lo asume el equipo, quizá con una de sus mejores plantillas, sino la mejor, de toda esta época, pero también por debajo en goles a favor de los seis anteriores inicios de la Liga, con dos tantos marcados; ocho menos que en 2013-14, siete que en 2012-13, cinco que hace un año, tres que en 2016-17 y 2015-16 y dos que en 2014-15.
Los números avisan al Atlético, pero también las sensaciones en las tres primeras jornadas de la Liga. Su victoria contra el Rayo Vallecano tuvo más de efectividad de Antoine Griezmann, que marcó en su primera ocasión -su equipo tuvo dos en 90 minutos-, y de Jan Oblak, que sostuvo el triunfo, que del juego colectivo del equipo.
En Vigo, el conjunto rojiblanco fue tan vulnerable atrás, con dos goles en contra, como inofensivo arriba, con sólo apariciones puntuales sobre el marco contrario. No tiró entre los tres palos. "El parón nos valdrá para pensar y mejorar", apuntó Saúl Ñíguez, cuyo equipo ya ha demostrado con hechos su capacidad de reacción frente a comienzos casi similares, por ejemplo los dos últimos años.
La pasada temporada, el Atlético llegó a la segunda jornada sin victorias y con dudas, tras sendos empates con el Girona (2-2), logrado de forma agónica en el tramo final, y con el Leganés (0-0), en un partido horroroso.
Después respondió de inmediato con tres victorias seguidas: 1-0 al Málaga, 1-2 al Athletic y 2-0 al Sevilla. Hace dos, a estas alturas, sumaba cinco puntos, uno más que en la actualidad, con dos empates y un triunfo.
Después, ganó cuatro de sus cinco siguientes choques, completados con un empate, 1-1 contra el Barcelona en el Camp Nou. Y hace tres, con seis puntos en tres citas, luego venció en nueve de las siguientes doce jornadas.
