Fuera de toda duda está el poder ofensivo del Barcelona. Con 31 goles, es con una enorme diferencia el equipo más realizador de LaLiga, pero también parece estar fuera de toda duda que en defensa no están en su mejor curso. Los culés han recibido 14 goles tras once partidos, y son el séptimo equipo que más tantos ha recibido, empatados por ejemplo con el Real Madrid.
Y es que los azulgranas no han echado el cierre a su zaga, bien por ciertos errores individuales o colectivos, o bien porque tanto caudal ofensivo tiene sus desventajas. Sea cual sea la razón, el Barça ha encajado al menos un gol en nueve de los once partidos jugados, y Ter Stegen tan solo ha dejado su arco a cero en dos ocasiones.
En las dos primeras jornadas fue eso, ante Alavés y Valladolid. Desde entonces, desde la jornada 3, el Barcelona ha recibido gol, o goles. Dos ante Huesca, Girona, Leganés, Sevilla y Rayo, empatando ante los gerundenses y perdiendo ante los pepineros. Y uno ante la Real Sociedad, el Athletic, el Valencia y el Real Madrid. Se dejaron dos puntos ante los bilbaínos y los che.
Si Busquets está en baja forma, el equipo lo nota. Y si Piqué también está fallón la cosa se complica. Las subidas de Jordi Alba, tan efectivas en ataque, tienen su repercusión en que si no hay cobertura lo que hay es una autopista. Umtiti, lesionado, ha dejado su puesto estos partidos a un Lenglet que está cumpliendo. Sergi Roberto es un multiusos, pero Semedo sigue sin convencer de azulgrana y Vermaelen se pasa más días en la enfermería que en el campo.
Sin embargo, gracias a los goles de Luis Suárez y de Lionel Messi, dos de los máximos artilleros de LaLiga, el Barcelona está minimizando daños y todo lo que pierde en su defensa lo gana con su ataque. Y es que aunque han recibido 14 tantos, han marcado 31. Cosas del fútbol ofensivo.