Vaya Copa del Rey, increíble la emoción que nos está deparando la competición copera. La nueva edición de la Copa del Rey está siendo un completo éxito en cuanto a organización y emoción de todas las eliminatorias.
El Barcelona comenzó el partido decidido a mandar y a conseguir el primer gol lo antes posible para no sufrir el resto del encuentro. La defensa nazarí sufría mucho y dejaba espacios a los atacantes visitantes que apenas encontraban oposición.
Parecía un milagro que los de Koeman no consiguieran abrir la lata en los primeros minutos y a medida que pasaban los minutos el Granada cumplía su objetivo e iba soltándose, comenzaban a ordenar la defensa, a combinar pases y a aumentar la intensidad en la presión.
Los culés, que no han destacado en los últimos años por sus seguridad defensiva, sufrían con las contras del Granada, dirigidas por Puertas y Kenedy. Sin embargo, fue un error grave de Umtiti el que propició el primer gol del Granada, que remató a puerta vacía Kenedy tras un pase de la muerte.
Aaron y los palos frenaron al Barcelona
Los de Koeman salieron en la segunda parte con la intención de la primera, buena actitud y movimiento de balón pero enseguida se encontraron el gol de Soldado que ponía contra las cuerdas al Barcelona. Sin embargo, nadie se esperaba que el Barcelona fuera a reaccionar en los últimos minutos de partido.
A 5 minutos del final el Barcelona perdía 2-0 y Aaron, acompañado de los palos, pararon al Barcelona, que no conseguía anotar pero que creaba muchas ocasiones de peligro. Los culés no se rindieron y consiguieron el premio con dos goles en apenas cuatro minutos que les permitieron llegar a la prórroga, donde la superioridad física y la calidad fueron decisivas.
Griezmann puso el 2-3 con un cabezazo contundente al que respondió Federico de penalti minutos después. El Barcelona volvió a volcarse contra la portería nazarí y tras un disparo de Messi que no puedo atajar Aaron apareció De Jong para empujar el balón y poner el 3-4. Alba, tras una majestuosa volea firmó su doblete y puso la puntilla a un Granada muy combativo.
El Barcelona se clasifica a semifinales de la Copa del Rey mientras que el Granada dice adiós a la competición con la cabeza muy alta.