El Barcelona de Setién arrolló (5-0) al Leganés en los octavos de final de la Copa del Rey en un partido con poca historia y en el que el equipo azulgrana ofreció su mejor versión desde la llegada del técnico cántabro al Camp Nou.
No era un partido cómodo para el equipo azulgrana tras el último tropiezo en Mestalla, que le costó el liderato de la Liga. Las sensaciones no eran las mejores, pero anoche sí se vio una buena versión del Barcelona: rápidos en ataque, tocando con criterio y dejando la puerta a cero.
Contribuyó a la tranquilidad general el tempranero gol de Griezmann, que anotó el primer gol tras una rápida maniobra en el área del Leganés. Ese gol desbarató cualquier plan inicial de Javier Aguirre y su equipo, a la vez que despojó al Barça de los nervios que podían aparecer.
El Barcelona esta vez no se desenchufó y siguió apretando al Leganés. Lenglet marcó el 2-0 a la salida de un córner. El VAR revisó la jugada pero, como pudo comprobarse, no había razón para anularlo. El Leganés perdió cualquier fe en la remontada con ese segundo tanto.
El resto del partido sirvió para ver la mejor versión del Barcelona de Setién y para que Messi saciara su hambre goleadora con dos goles. También se animó Arthur Melo, anotando el cuarto gol de la noche.
El Barcelona cumplió y convenció. Este viernes estará en el sorteo de cuartos de final, donde podría haber Clásico. Aunque eso ya será otra historia.
