El Bayern Múnich se impuso a domicilio (1-2) al Werder Bremen en un partido que parecía ya visto para sentencia al terminar la primera parte, con goles de Arjen Robben, en el minuto 30, y David Alaba, en el 45; pero en la segunda el Bremen tuvo una buena reacción y el empate hubiera estado dentro de lo posible. Los dos goles de ventaja para los bávaros con que los equipos se fueron al descanso dejaban al Bremen en la necesidad de buscar una remontada imposible y de replantear el partido.
El Bremen había salido en plan de esperar al Bayern con una defensa de cinco hombres y de buscar ocasiones de contragolpe a través de la velocidad de Segue Gnabry. Antes del gol de Robben el Bayern había llegado poco y sin mayor contundencia, un remate de Franck Ribery que el portero Lukas Wiedwald paró sin problemas en el minuto 20 y un remate desviado de Alaba eran las únicas llegadas dignas de anotar.
El Bremen, por su parte, había logrado aproximarse a través de Gnabry, en el 23, y a través de Max Kruse, en el 30, en contragolpes que finalizaron con remates que Manuel Neuer controló sin problemas. Tras la llegada de Kruse vino la jugada que desembocó en el gol de Robben. Joshua Kimich le metió un pase a Ribery desde el círculo central para que el jugador francés ganara el área y pusiera el balón en el centro del área desde donde Robben soltó un remate de pierna zurda que se metió por la escuadral.
El segundo gol fue un lanzamiento de falta perfecto de Alaba. La falta había sido contra Robben, cerca del área y recostada hacia la derecha, y el austriaco sólo un disparo por encima de la barrera que tocó el poste antes de meterse en la portería.
El Bremen reaccionó a la desventaja con valentía y salió a buscar acortarla en la segunda parte. Aunque la primera ocasión la tuvo el Bayern, en los pies de Robben, el Bremen también empezó a llegar. En el 53, a pase de Zlatko Junozowitz, Kruse marcó para descontar. Un minuto antes Gnabry había tenido una buena ocasión El gol de Kruse levantó el ánimo en las tribunas del Weser Stadion y el equipo jugó un segundo tiempo de gran intensidad y por momentos llegó a tener contra las cuerdas al Bayern.
En el 69 Kruse estuvo cerca del empate, con un remate ligeramente desviado. Ante ello, el Bayern optó por tranquilizar el partido desde la posesión del balón y también generó algunas llegadas, la más clara ya cerca del final, con un buen remate de Kimmich.