Real Madrid

Catar compra el sueño de Mbappé y certifica el nuevo orden del fútbol mundial

PSG y City, Catar y Emiratos Árabes Unidos, ya tienen a los dos futbolistas con más potencial del futuro: Mbappé y Haaland.

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"¡Puta Real Madrid, puta Real Madrid!", gritaban los ultras en el Parque de los Príncipes. Al-Khelaifi, que tenía la palabra, callaba para que se escuchara el estruendoso cántico; Mbappé sonreía. Terminaba así el mayor culebrón de la historia de los fichajes frustrados. ¿Un papelón del Real Madrid? Bueno, ciñámonos a los hechos: la entidad blanca nunca hizo comunicado oficial alguno al respecto... más allá de aquel "tranquilo" de Florentino Pérez.

Lo que sí sabemos es que el pasado octubre el propio Kylian confirmó que pidió salir del PSG: "Pido irme porque, desde el momento en que decido no renovar, quería que el club tuviera un ingreso de traspaso para tener un recambio de calidad", señaló a RMC. También sabemos que su propia madre apuntó en Twitter que no existía un acuerdo con el club español... y que el propio Mbappé se acordó de la entidad madridista al anunciar su renovación: "Me gustaría también agradecer de forma sincera al Real Madrid y a su presidente Florentino Pérez. Reconozco la suerte y el privilegio que supone ser deseado por una institución tan grande".

Sea como fuere, finalmente Kylian se ha decidido por la Ligue 1 hasta 2025. Seguirá jugando en la quinta mejor liga de Europa y su vara de medir seguirá siendo la Champions League... un trofeo que obsesiona al Paris Saint-Germain pero que, hasta ahora, sigue siendo un sueño inalcanzable. No pueden comprar un dinosaurio, ni siquiera la Orejona, pero celebran esta renovación como un título.

Tampoco es para menos. Mbappé publicó un cómic, esta misma temporada, en el que fantaseaba con jugar en el Madrid ya de pequeño. Sin embargo, el dinero ha vuelto a frustrar ese sueño: el francés ha utilizado al club blanco y al PSG para conseguir un contrato mejor. Dos pujadores poderosos siempre encarecen el precio, pero en este punto Florentino Pérez llevaba todas las de perder: detrás de la entidad francesa está Catar.

El poder de los clubes-Estado

Y ese es el quid de la cuestión. Madrid, Bayern o Liverpool no pueden competir en esa liga. PSG y City, Catar y Emiratos Árabes Unidos, ya tienen a los dos futbolistas con más potencial del futuro: Mbappé y Haaland. Al-Khelaifi gasta el 37% del total de los salarios de la liga gala y el próximo Mundial se jugará en el desierto el próximo noviembre.

A estos clubes-Estado les importa un bledo el Fair Play Financiero. PSG y City certifican a golpe de talonario el nuevo orden del fútbol mundial. Escapan a cualquier control de FIFA, UEFA o Estados y para ellos los trofeos son lo de menos; su objetivo no es otro que blanquear sus regímenes totalitarios a través del deporte. Hasta 6.500 trabajadores han muerto en las obras del Mundial. ¿Consecuencias? Cero.

Si la decisión de Mbappé era deportiva, el balance era claro: 13-0 y eliminado en octavos por el equipo de sus desvelos. Puede que una montaña de dinero y las presiones políticas de Emmanuel Macron hicieran el resto: Francia quería que Kylian se quedara y eso ha hecho. Tal vez sintió la llamada de la patria, quizá su sueño de jugar en el Madrid tenía un precio, pero lo cierto es que ya había rechazado al club merengue en 2017. ¿Habrá una tercera oportunidad? Tranquilos.

Dos ejemplos: Neymar y Cristiano

El galo lleva años conviviendo con Neymar, quien dejó el Barça para ganar el Balón de Oro y darle al París su primera Liga de Campeones; a día de hoy, que sepamos, ha grabado un documental. Otro ejemplo del que podría haber tomado nota es el de su ídolo Cristiano Ronaldo: dejó Mánchester tras ganar el Balón de Oro, la Bota de Oro, la Champions y la Premier para recalar en un equipo que no pasaba de octavos en Europa. El resto es historia.

En cuanto al Real Madrid, la promesa del advenimiento de Mbappé ha condicionado su política de fichajes durante casi tres años y es probable que por ello desechara la opción Haaland. No existía rúbrica alguna y de qué valen los acuerdos verbales cuando no se cumplen ni los firmados. Si la llegada de Kylian como agente libre suponía todo un éxito en Chamartín, entonces su fichaje frustrado a última hora es un fracaso sin paliativos.

Ahora bien, la vida sigue. Los merengues jugarán la final de la Copa de Europa dentro de una semana y ya tienen 13 en sus vitrinas sin Mbappé. Tampoco les ha ido mal sin Maradona, Pelé o Messi. Como decía Di Stéfano, "ningún jugador es tan bueno como todos juntos". Bernabéu también señalaba que la camiseta blanca "se puede manchar de barro, sudor y hasta de sangre, pero jamás de vergüenza". Nos falta saber, claro, la última palabra de Florentino Pérez Rodríguez.

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