Al mismo lugar donde se le complicaron las semifinales de la Copa de la Liga volverá el Chelsea para reclamar la Copa de la Liga. Wembley será el escenario de la batalla entre el Manchester City y un Chelsea que remontó al Tottenham (2-1) para acabar certificando su presencia en la primera final del año en la tanda de penaltis.
Los goles de Eden Hazard y N'Golo Kanté para el Chelsea y el tanto de Fernando Llorente para los de Mauricio Pochettino certificaron el empate en la eliminatoria tras el 1-0 de la ida.
La tanda de penaltis, marcada por el acierto total del Chelsea y los fallos de Eric Dier y Lucas Moura, dictó sentencia y mandó al Chelsea a la final de un título que no conquistan desde 2015. Para el Tottenham pintaban bastos desde hace días, desde el momento en el que el tobillo de Harry Kane dijo basta, desde que el muslo de Dele Alli no pudo más y desde que Corea del Sur llamó a Heung-min Son para la Copa Asiática.
Era un Tottenham en cuadro contra un Chelsea que se permitió el lujo de dejar en el banquillo a Marcos Alonso, junto al flamante fichaje Gonzalo Higuaín, que no llegó a tiempo para el partido.
Con un inicio insípido, con los 'Spurs' escudados en el resultado de la ida (1-0) y los 'Blues' temerosos a enseñar sus armas, fue a balón parado cuando el Chelsea rompió el molde.
Un córner desde la izquierda fue despejado en el primer palo y el balón llegó a la frontal, donde Kanté, en su nuevo rol de mediapunta, encontró el camino del gol entre las piernas de medio Tottenham. Su disparo raso se coló bajo las piernas de dos defensores y de Paulo Gazzaniga y se convirtió en el primer gol del encuentro con 27 minutos en el electrónico.
El cuarto gol del francés en la temporada precedió a un nuevo capítulo en las lesiones del Tottenham -Ben Davies se marchó lesionado por Danny Rose- y al segundo del Chelsea. Ross Barkley sacó rápido una falta en el centro del campo y le entregó el cuero a Hazard. El belga llegó hasta tres cuartos, se la cedió a Pedro Rodríguez y este abrió a banda izquierda con la llegada de César Azpilicueta. El lateral español la templó al punto de penalti y Hazard, con la zurda, la empujó a las redes para meter momentáneamente a los 'Blues' en la final -en esta ronda no hay valor doble de los goles-.
Todo parecía controlado para el Chelsea, pero el descanso y la comodidad del resultado, provocaron que el Tottenham reviviera con un cabezazo de Llorente al poco de empezar la segunda parte.
Las tuvo el Chelsea en las botas de Hazard y en la cabeza de Olivier Giroud, pero el Tottenham aguantó, mermado también por la lesión de Moussa Sissoko, y la eliminatoria se fue a los penaltis.
En la portería contraria a la que se agolpaban los aficionados 'Spurs', Christian Eriksen, Willian, Lamela y Azpilicueta anotaron los cuatro primeros lanzamientos, hasta que Eric Dier lanzó el suyo por encima de la portería y Jorginho confirmó la ventaja con sangre fría y un lanzamiento milimétrico y sosegado.
Kepa, apenas participativo en el partido, adivinó la intención de Moura y David Luiz mandó al Chelsea a Wembley donde luchará contra el Manchester City por el primer título de la temporada a finales de febrero.