El Córdoba golpea primero en su regreso a Segunda

Los blanquiverdes fueron los claros dominadores desde el arranque del choque, con los pucelanos esperando claramente para salir a la contra. Precisamente, pese a que el balón era de los locales, en los primeros compases las acciones más peligrosas fueron del Real Valladolid con dos rápidas llegadas por la izquierda del colombiano Mojica, aunque ambas no encontraron rematador.

Con todo, con el paso de los minutos el dominio cordobesista fue a más. Igual que su presencia en el área de Kepa. El vasco salvó el primero de la noche antes de la media hora de juego a cabezazo de Florin, aunque más inexplicable aún fue el gol que cercenó Luso minutos después, cuando remató libre de marca en área pequeña pero la envió fuera.

El Córdoba se hizo merecedor de un tanto antes del descanso aunque no lo logró pese a las continuas entradas por banda de López Silva y sobre todo del joven Nando. En una ellas el valenciano se fue de su par y dio un perfecto pase de la muerte que Xisco remató mal y alto cuando la grada cantaba gol.

Curiosamente, ese gol pudo llegar pero a favor del Valladolid con un cabezazo de Marcelo Silva que se encontró Razak para evitar así un resultado más injusto al paso por vestuarios. El panorama cambió poco en la segunda parte pese a que Garitano dio entrada al ex cordobesistas Guzmán por Rodri para pasar a jugar con Juan Villar en punta.

Y es que el Córdoba siguió dominando y cercando el área de Kepa. Así, a los diez de la reanudación en una gran jugada individual de Xisco, el nueve blanquiverde se plantó sólo en la media luna del área pero su lanzamiento se le fue ligeramente alto cuando lo tenía todo a favor para haber inaugurado el marcador.

El Córdoba siguió en busca del gol de todas las formas. El Valladolid no existía y a once del final, en un eslalon de Fidel, llegó el gol. El onubense, que acaba de entrar por Nando recibió el balón de Markovic en banda izquierda, se marchó de Chica y cuando se adentraba en el área cruzó perfectamente ante Kepa para batirlo alojando el balón en la red junto al poste izquierdo del vasco.

De esta forma se llevaron el triunfo los califales ante un Valladolid sin capacidad de reacción y que, en general, se mostró gris e inferior a un Córdoba que regresó con fuerza a Segunda A. .