Las jugadoras de la Primera Iberdrola han anunciado que acudirán a la huelga tras romperse las negociaciones entre AFE y la Asociación de Clubes. A continuación analizamos los principales puntos de desencuentro entre ambas partes y las demandas de las jugadoras.
La cláusula de parcialidad, el principal escollo
El principal punto de desencuentro en las negociaciones está en la cláusula de parcialidad. Ambas partes han fijado unas líneas rojas en este punto que hacen que el acuerdo sea casi imposible.
Y es que los sindicatos demandan que las jugadoras contratadas a media jornada cobren un mínimo de 12.000 euros anuales, cantidad que equivaldría al 75% del salario mínimo a tiempo completo. Pero los clubes no están por la labor y la patronal rebaja ese porcentaje al 50%, lo que se traduciría en unos 8.000 euros anules.
Las jugadoras defiende que firmar la parcialidad del 75% supondría que una jugadora cobraría un mínimo de 12.000 euros anuales, lo que multiplicado por las 22 fichas de la plantilla más el 35% de seguros sociales, elevaría la cantidad a 350.00 euros por club.
El sueldo mínimo, un problema con solución sencilla
El suelo mínimo es otro de los puntos de fricción en la negociación, pero los sindicatos creen que no supone un obstáculo de difícil solución. AFE pide 20.000 euros brutos anuales, pero la patronal ha ofrecido 16.000.
Otros derechos a recoger en el convenio
Además, las futbolistas demandan derecho a paro, derecho a vacaciones, protocolo de embarazo y marco de regulación ante posibles lesiones.
Una negociación que dura ya un año
Las negociaciones entre sindicatos y la Asociación de Clubes comenzaron el 4 de octubre de 2018. El Mundial de Francia supuso un parón en las negociaciones, a la vez que reforzaba la imagen del fútbol femenino y daba fuerza a las reivindicaciones de las jugadoras.