Balón rechazado para Fábregas, que asiste para que Iniesta congele el corazón de todos los españoles anotando el único gol de una final que se disputó hace ya diez años, pero que siempre será eterna.
Un 11 de julio de hace una década la Selección culminaba una brillante actuación en el Mundial de Sudáfrica para proclamarse campeona del mundo y colocar la primera estrella sobre el escudo de La Roja.
Un día que ningún aficionado al fútbol en España olvidará. Una generación de jugadores que no tardó en dominar el fútbol mundial. Antes de este título vino una Eurocopa, y después otra, pero sin duda el Mundial de Sudáfrica es el mayor logro deportivo de la historia de la selección española.
Justo hoy se cumplen diez años del paradón de Casillas a Robben cuando aún nada estaba decidido, de la brutal patada de De Jong a Xabi Alonso que sobrecogió a media España, de las lágrimas de los jugadores con el pitido final y del homenaje de Andrés Iniesta a Dani Jarque tras hacer el gol de la victoria en la prórroga.
Carles Puyol metía a La Roja en la final con un inapelable cabezazo ante la poderosa Alemania en semifinales para que después crack de Albacete se convirtiera en el héroe de todo un país. El propio Andrés Iniesta ha recordado el momento diez años después: "Sabía lo que tenía que hacer".
Vicente Del Bosque continuó con su elegancia y profesionalidad que le caracterizan un camino que comenzó a ser exitoso con el mítico Luis Aragonés en la Eurocopa de 2008. Pronto estos jugadores se convertían en un ejemplo para todas las canteras del planeta.