Caso Alves
Dani Alves se sentará el lunes ante el tribunal para afrontar una petición fiscal de 9 años de cárcel
El juicio contra el futbolista por agresión sexual durará tres días, salvo que haya un acuerdo de conformidad entre acusado y víctima.
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Sobre la mesa número 6 del exclusivo reservado de la discoteca Sutton reposaba una botella de Champagne Moët rosado Magnum. Los clientes eran Dani Alves y un amigo del futbolista. Un cordón colocado por un empleado separaba esa mesa del resto del reservado. Y una puerta daba acceso directo desde esa mesa número 6 a una suite exclusiva con un sofá, un televisor, una nevera y un aseo. De todo esto, Dani Alves "tenía pleno conocimiento por ser cliente habitual de la discoteca", señala la fiscal en el escrito de acusación en el que pide nueve años de prisión para el deportista brasileño. Nueve años por un delito de agresión sexual con penetración, sin atenuantes ni eximentes.
Alves lleva más de un año en prisión provisional. El lunes 5 de febrero se sentará en el banquillo ante un tribunal de la Audiencia de Barcelona. 270 profesionales de medios de comunicación, 40 de ellos extranjeros, estarán pendientes de ese momento. Su defensa pide la absolución del futbolista. En línea con lo señalado en su escrito de defensa, es previsible de Alves reconozca que hubo una relación sexual con la joven que le ha denunciado por violación, pero afirmará que ese contacto fue consentido por la supuesta víctima. Y en caso de ser condenado, alegará dos atenuantes: embriaguez y reparación del daño, por aceptar indemnizar a la mujer. También pedirá que se le aplique una eximente incompleta por vulneración de derechos fundamentales al entender que el juicio público al que dice haber sido sometido ha afectado a su presunción de inocencia.
Pendientes de una posible conformidad
Pero el próximo lunes, en el comienzo de la vista, podría haber alguna sorpresa. Desde hace meses parece que se ha intentado lograr un pacto de conformidad entre acusaciones y defensa. Un acuerdo por el que Alves reconocería los hechos y aceptaría indemnizar a la joven a la que supuestamente violó en la discoteca Sutton. Todo ello a cambio de una reducción de condena que le permitiera quedar ya en libertad o hacerlo en un plazo breve de tiempo. Alves lleva en prisión provisional desde el 20 de enero de 2023. Esto evitaría la celebración del juicio y también, por tanto, que la víctima tuviera que declarar.
El juicio contra Dani Alves se celebrará en vista pública. Sólo la declaración de la víctima se hará a puerta cerrada para preservar su intimidad y anonimato. También para que pueda declarar sin sentirse intimidada ni presionada por el ojo público. Así lo ha decidido esta misma semana el tribunal. Fiscal y acusación particular habían pedido que todo el juicio fuera a puerta cerrada, una pretensión a la que se había opuesto la defensa. Eso sí, los medios de comunicación no podrán grabar ni difundir imágenes del juicio. Sólo podrán verlo quienes acudan presencialmente a las tres sesiones.
En el aseo de un exclusivo reservado
La supuesta víctima tenía 21 años la madrugada del 31 de diciembre de 2022 cuando acudió, con una prima y una amiga, a la discoteca Sutton. Un camarero les señaló la mesa de Dani Alves diciéndoles que querían invitarles a una copa. No se conocían previamente y la joven ha declarado que ni siquiera sabía quién era Dani Alves. Durante el rato que los cinco estuvieron charlando y bailando Alves habría acosado sexualmente a la joven, según el escrito de acusación de la Fiscalía. Posteriormente entró en la suite y llamó a la mujer a través de la puerta. Ella entró y "el procesado la introdujo en el pequeño aseo que se encuentra en el pasillo", según la fiscal.
Una vez dentro, Alves la habría agredido sexualmente en un largo proceso en el que "propinó varias bofetadas en la cara" a su víctima ante la resistencia de la joven, siempre según el escrito de la Fiscalía. "Ante la actitud violenta que éste mostraba, se sintió impresionada y sin capacidad de reacción, llegando a sentir que le faltaba el aire dada la situación de angustia y terror ante lo que estaba viviendo", sigue relatando la fiscal.
Tras la presunta violación, Alves salió del aseo y se tomó otra copa, mientras ella pidió a su prima que se marcharan cuanto antes del local. Al dirigirse hacia la salida la mujer comenzó a llorar, momento en que fue atendida por empleados de la discoteca que activaron el Protocolo de Agresiones Sexuales. "Alves y su acompañante abandonaron la discoteca con rapidez, cruzándose con la denunciante y sus amigas y sin cruzar palabra alguna con ella", señala el escrito de la acusación pública.
Trastorno de estrés postraumático
Alves ha cambiado varias veces su versión de lo ocurrido. Comenzó negando incluso, en declaraciones exclusivas a Antena 3 Televisión, conocer a la joven. Posteriormente, ya ante la jueza de instrucción negó el contacto sexual y, posteriormente, ante las pruebas que iban aportando los Mossos d'Esquadra, terminó asegurando que hubo relación sexual, pero con consentimiento de la mujer. Ella, en cambio, ha mantenido a lo largo del tiempo la misma versión. "La víctima sufre en la actualidad un trastorno de estrés postraumático de intensidad elevada, siguiendo tratamiento por ello", explica la fiscal en su escrito de acusación, fechado el pasado 20 de noviembre.
Además de esos nueve años de prisión, la Fiscalía reclama para Alves una prohibición de aproximación a la víctima durante 10 años más de los que finalmente sea su condena de cárcel y libertad vigilada durante los diez años posteriores a salir de prisión. Reclama además el pago de 150.000 euros de indemnización a la denunciante. La abogada de la acusación particular que representa a la joven eleva a 12 años su petición de prisión para el jugador. El futuro inmediato del futbolista brasileño comenzará a dirimirse el lunes en una sala de vistas de la Audiencia Provincial de Barcelona.
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