La defensa, punto negro del Barcelona de Luis Enrique

No hay dos sin tres. Anoche el FC Barcelona volvió a recibir cuatro goles en un partido por tercera vez en lo que va de temporada. Nolito, Aspas y compañía dejaron en evidencia a la zaga del Barcelona y retrataron a algunos jugadores como Piqué o Alves.

El asunto no pasaría de ser una mala noche sino fuera porque el Barça se ha acostumbrado ha recibir goles de forma alarmante.

La primera señal se produjo en la Supercopa de Europa. Con el partido controlado (4-1) el actual campeón de Europa vio como el Sevilla anotaba tres goles para forzar la prórroga, donde el ya exiliado Pedro se encargó de llevar el título a las vitrinas del Camp Nou.

Podía pensarse en un accidente, pero pocos días después el Barcelona naufragaba en San Mamés en la ida de la Supercopa de España. Otra vez cuatro goles encajados y esta vez sí dijo adiós al título y el 'sextete'.

Anoche el Celta pasó por encima del Barça en Balaídos. De nada sirvieron las advertencias de Luis Enrique, conocedor como nadie de la calidad de Nolito y compañía. Otra vez cuatro goles que señalan de forma evidente que algo falla en el entramado defensivo del campeón.

Ni el regreso de Piqué sirvió para afianzar una defensa que también se ve afectada por algunas de las últimas actuaciones de Ter Stegen. El guardameta alemán está en entredicho por su juego con los pies y su costumbre de jugar adelantado, lo que le ha costado más de un gol evitable.

La realidad es que el Barcelona muchas veces gana por la pegada de su tridente (Messi, Neymar, Suárez). Pero en noches como la de ayer, con la MSN desconectada, el Barcelona sufre e incluso cae goleado. Luis Enrique tiene tarea. Lo bueno para él es que todo acaba de empezar.