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LIGA BBVA JORNADA 26 | DEPORTIVO DE LA CORUÑA 0-1 GRANADA
El Deportivo sigue sin ganar en 2016 y pierde ante un Granada que ya no es colista
El Deportivo de La Coruña continúa sin saber qué es ganar este año. Los gallegos cayeron de nuevo, en esta ocasión ante el Granada, por 0-1 gracias a un gol de penalti de El Arabi. Los nazaríes, que estrenaban entrenador con José González, salen del farolillo rojo de la clasificación de la Liga, ahora en posesión del Levante.
El Granada, con un penalti que fabricó el venezolano Adalberto Peñaranda y convirtió El-Arabi, aprovechó el bache en que se encuentra el Deportivo y estrenó técnico con triunfo (0-1) en Riazor, un resultado que le permite abandonar el último puesto de la tabla, pero que no le saca de la zona de descenso.
Con José González en el banquillo, el equipo andaluz puso fin a una serie de cuatro derrotas y sacó partido del mal momento que atraviesa el conjunto coruñés, que lleva ya diez jornadas sin ganar y dos derrotas seguidas, aunque continúa en la zona cómoda de la clasificación y el próximo miércoles visitará al Athletic sin su portero titular, Germán Lux, expulsado en el tiempo añadido.
El Granada llegó a Riazor con las ideas muy claras después del cambio de técnico, asumió que tenía que ser sólido atrás, estar organizado y buscarle la espalda al Deportivo, que atrás contaba con la importante baja del brasileño Sidnei Rechel, titular indiscutible en los planes de Víctor Sánchez del Amo, que dejó en el banquillo a Alberto Lopo y movió al centro de la zaga a Fernando Navarro. En su debut, José González hizo cinco cambios respecto al último once de José Ramón Sandoval, aunque uno de ellos, el de Rubén Pérez, fue obligado por sanción.
Biraghi, Babin, Doucouré, Krhin y El-Arabi regresaron a la alineación y el equipo andaluz apostó por el doble pivote que había anunciado su técnico, mientras que el Deportivo, que repitió trivote, llevó la iniciativa, pero se atascó ante el muro andaluz. Un tímido lanzamiento del costarricense Celso Borges que salió desviado a los ocho minutos fue el único intento de los deportivistas hasta que a los 19 Lucas Pérez, a pase de Luis Alberto, se quedó solo ante Andrés Fernández, pero cruzó demasiado el balón.
Parecía que el Deportivo empezaba a encontrar fisuras en la retaguardia del Granada, pero ese paso adelante dejó espacios a la espalda y los andaluces los explotaron con un contragolpe en el que el venezolano Peñaranda explotó su velocidad, recordó en el área a Mosquera y fue derribado por Juanfran. Martínez Munuera castigó la acción con penalti y El-Arabi transformó desde los once metros para adelantar a su equipo y poner nervioso al Deportivo y a Riazor.
El Granada, con sensación de peligro
Cada contra del Granada supuso un sobresalto para el equipo coruñés, que estuvo a punto de encajar el segundo antes del descanso con una acción de El-Arabi, que regateó a Lux y asistió a Rubén Rochina, pero el disparo del centrocampista, que iba dentro, se encontró con los guantes del portero y la cabeza de Arribas. Víctor no cambió el dibujo de los coruñeses en el arranque del segundo tiempo y el Granada siguió a lo suyo, defendiendo casi siempre con un mínimo de siete jugadores y contraatacando con sus tres hombres más ofensivos.
Uno de ellos, Peñaranda, pecó de egoísta en una de las mejores opciones de los andaluces, a los 58 minutos, optó por disparar en vez de asistir, el balón se fue muy por encima de la portería de Lux y su técnico le castigó con el banquillo en cuestión de segundos. Lucas rozó el empate con un remate de cabeza a centro de Celso Borges y el técnico cambió el sistema, sacó a un centrocampista y dio entrada a un delantero, Oriol Riera.
El Deportivo metió atrás al Granada y, al mismo tiempo, asumió unos riesgos que pudieron cobrar los visitantes a los 67 minutos si Lux no hubiera desviado con el pie un remate de Rochina. A los gallegos les faltó determinación en ataque, Víctor esperó al minuto 89 para agotar los cambios, perdió por roja directa a Lux en el añadido y, como en la anterior jornada del campeonato, ante el Espanyol (1-0), sus jugadores dieron oxígeno a un rival necesitado.
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