Caso Rubiales

Desvelan la declaración de Jorge Vilda ante el juez: "No creo que quepa en ninguna cabeza..."

El exseleccionador nacional compareció el pasado 10 de octubre como imputado por coacciones a Jenni Hermoso. Dos semanas después se ha desvelado el contenido íntegro de su declaración.

Jorge Vilda a su llegada a los juzgados

Jorge Vilda a su llegada a los juzgadosEFE

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El diario El Periódico ha desvelado la declaración de Jorge Vilda, exseleccionador nacional, ante el juez dentro de la investigación del beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Vilda, quien reconoció que habló con el hermano dela delantera del Pachuca para "bajar el suflé" por el polémico beso, aseguró en sede judicial que nadie puede pensar que un seleccionador "de forma pública, en un avión, pueda presionar o coaccionar o decir algo de manera hostil o con amenazas a una persona que conoce desde hace tiempo".

"No creo que quepa en ninguna cabeza que el seleccionador de forma pública, en un avión, pueda presionar o coaccionar o decir algo de manera hostil o con amenazas a una persona que conoce desde hace tiempo, que es el hermano de una jugadora que la tiene ese especial aprecio", habría declarado Vilda ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, según la información de El Periódico.

Jorge Vilda, que declaró en calidad de investigado por un delito de coacciones a Jenni Hermoso, aseguró que las personas que le conocen saben que sería "incapaz de presionar o coaccionar a nadie", invitando a que preguntaran sobre esta cuestión "a cualquiera de las futbolistas" que había entrenado "durante estos 17 años".

El exseleccionador nacional recordó ante el juez que fue tres veces a intentar hablar con el hermano de Jenni Hermoso, en las 24 horas que duró el vuelo desde Australia, porque en las dos primeras estaba durmiendo. Vilda explica que decidió hablar con Rafael Hermoso porque vio a la delantera española "agobiada" con toda la polémica y el revuelo que se habían generado tras el beso del expresidente de la RFEF en el césped del estadio de Sídney.

"Lo que no me puedo acordar es literalmente de las palabras que utilicé, pero por supuesto que me acuerdo del mensaje que yo quería trasladarle al hermano de Jennifer, Rafa", recuerda el nuevo seleccionador de Marruecos.

"Yo en ese momento lo que estaba pensando es que todo esto podía no solamente nublar una celebración, y nublar un mundial excelente, excelente por su parte, sino que en la carrera de una deportista al final lo que podía quedar es un hecho que pasó en una celebración y en una entrega de medallas. Mi intención no iba más allá", justificó Vilda sobre su intención de hablar con el hermano de Jenni Hermoso.

Vilda asegura que su objetivo era "bajar la presión mediática"

Vilda justifica que su intención a la hora de hablar con el hermano de Jenni Hermoso era "bajar la presión mediática" que podía afectar a su "rendimiento deportivo". "¿Cree que en 24 horas buscar dos veces a una persona sea insistente?", preguntó Vilda a modo de respuesta.

El exseleccionador nacional, que aseguró que su preocupación era por la jugadora y no por Rubiales, indicó que tiene "un especial aprecio" por Jenni Hermoso al conocerla "desde hace años".

"He recibido mensajes muy bonitos de ella durante durante este mundial, de reconocimiento y de orgullo de todo lo que estábamos haciendo", indicó Vilda ante el juez.

Jorge Vilda negó que hubiera amenazado con represalias al hermano de Jenni Hermoso si no salía junto a Rubiales para justificar el polémico beso.

"Cómo se me va a ocurrir a mí hacer eso. Si lo pensamos eso es tirar piedras sobre mi propio tejado, porque las únicas represalias que yo puedo hacer como seleccionador sería no convocarla. Pero si yo no convoco a una de las mejores jugadoras del mundo durante los 10 años últimos, lo que yo estaría haciendo es hacer mal la selección", explicó Vilda.

Por último, Jorge Vilda aseguró que no fue "consciente de nada" de lo ocurrido en la entrega de medallas tras ganar el Mundial porque estaba detrás de la fila y, tras el beso, se tuvo que ir porque su hija sufría un dolor en el estómago y tuvieron que llevarla en ambulancia al hospital.

"Al llegar al aeropuerto, subimos al avión", indica un Vilda que reconoce que había un "ambiente de celebración, pues habíamos hecho historia" hasta el momento de subir al avión, cuando ese ambiente festivo se enrareció.

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