Juicio
Del "me dio su aprobación" al "esto no debe ocurrir", las contradicciones entre Jenni Hermoso y Luis Rubiales
Luis Rubiales está acusado de agresión sexual y coacciones. Se enfrenta a 2 años y medio de cárcel.
![Jennifer Hermoso y Rubiales a su llegada a la Audiencia Nacional Jennifer Hermoso y Rubiales a su llegada a la Audiencia Nacional](https://fotografias.antena3.com/clipping/cmsimages01/2025/02/03/24DAB4F4-10F7-4187-AB7A-0B19B426A6E7/jennifer-hermoso-rubiales-llegada-audiencia-nacional_70.jpg?crop=1212,682,x26,y0&width=480&height=270&optimize=high&format=webply)
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El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales ha declarado este martes estar "totalmente seguro" de que Jenni Hermoso consintió el "besito" que le dio en los labios tras ganar el Mundial de 2023, por el que está siendo juzgado por un delito de agresión sexual. A las preguntas de la fiscal Marta Durántez, Rubiales ha dicho que él también habría besado en la boca a un jugador con el que hubiera tenido la misma confianza que con Hermoso porque, ha insistido: "yo me comía a besos a un montón de futbolistas".
Los términos con los que el expresidente de la RFEF ha hecho referencia al beso que Jenni Hermoso asegura que no consintió son "signo de cariño" o "manifestación amistosa". También ha dicho que varios políticos que viajaron con la selección en el avión de vuelta coincidieron con él en que aquello fue una "tontería". "La señora Hermoso sabe que yo le pregunté y que ella me contestó", ha resaltado Rubiales, quien en un momento de su declaración ha dicho que la jugadora "nunca, hasta que no pasaron unos días, cambió de versión".
"Metí la pata"
Aún así, Rubiales ha dicho que se equivocó debido a la posición que tenía como presidente federativo: "Metí la pata (...) Me comporté como un deportista que consigue un éxito, como uno más del grupo (...); debí tener un papel más institucional, pero de ahí a que haya delito... para nada".
Así ocurrió todo según Rubiales
Luis Rubiales ha contado su versión de los hechos. Explica que cuando fue a entregar la medalla a Jenni Hermoso, a quien conocía desde "hace muchos años", le puso "una cara" porque en ese partido había fallado un penalti y para ella "fue tremendo". Él le dijo que se olvidara de eso y que gracias a ella lo habían conseguido, instante en el que, según su relato, ella le cogió de las axilas, le levantó y él en ese instante le preguntó si podía darle un "besito", a lo que ella respondió "vale".
"Fue un signo de cariño"
Cuando terminaron de darse el abrazo en el aire, ha continuado, al ir a "besarnos" tras darle "permiso", le agarró la cabeza con las manos en un acto que fue "simultáneo: la pregunta, la respuesta y después vino el beso". "Estábamos felices, contentos y fue un signo de cariño", mantiene Rubiales, con una persona que le dio "ternura", ya que venía "apesadumbrada" por fallar el penalti.
La fiscal ha insistido en si fue realmente Jenni Hermoso quien le levantó del suelo o fue al contrario, como ella manifiesta. Ante esto, ha explicado que si él hubiese sido el que daba el salto para levantarla habría flexionado las rodillas, y lo que hace, según se puede ver en las imágenes, es encoger las piernas "para no caerme y balancearme" y no que las flexionara para saltar. No satisfecha con esa explicación, la fiscal ha insistido en que en esas imágenes "se ve lo contrario, que es usted el que la levanta a ella". "Esa es su percepción, es lo contrario", sentenciaba Rubiales.
Otro aspecto que la fiscal ha querido aclarar es si lo que dijo a la jugadora en el momento de darle el beso fue "un besito" o "un piquito", como dijo el expresidente en un primer momento. Rubiales no ha querido darle importancia: "Son palabras sinónimas, realmente la incidencia es la misma".
Sobre las presiones a la jugadora
El expresidente también se ha defendido de la acusación de coacciones al negar que presionase a la jugadora o enviase a alguien a hablar con su familia para que aceptase hacer un vídeo con él diciendo que consintió el beso. De esta manera, Rubiales se ha remitido a unas primeras declaraciones "fantásticas" que hizo la jugadora en las que restó importancia a lo ocurrido. Además, mantiene que respetó que no quisiese salir en el vídeo con él y por eso salió solo.
Luis Rubiales también ha negado que Jenni Hermoso le dijese que la dejase, que aquello era cosa suya, o que participase en la redacción de un primer comunicado escrito en nombre de la internacional. Él mantiene que fue el seleccionador, Jorge Vilda, quien quiso ir a hablar con el hermano de la jugadora, quien le dijo que hablaría con ella: "En ningún caso yo le mandé a nada".
La declaración de Jenni Hermoso
Jenni Hermoso aseguró hace ocho días no haber escuchado ese supuesto permiso para el beso del que Rubiales habla: "lo siguiente ya fueron sus manos en mis orejas", manifestó, mientras Rubiales aseguró que "fue riéndose y dándome varias palmaditas en los costados". La jugadora fue la primera en declarar, durante más de dos horas. Se mostró tranquila, a la vez que negó de manera rotunda que diese permiso a Rubiales para besarle en la boca. Le acusó de "faltarle al respeto". "Sentí que estaba fuera de contexto totalmente. Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe de ocurrir en ningún ámbito laboral o social", manifestó, confesando que el expresidente de la RFEF "manchó uno de los días más felices" de su vida. "Es muy importante decir que en ningún momento busqué ese acto y ni mucho menos me lo esperé, porque a mi persona creo que se le faltó al respeto".
"Yo no entendí nada"
Así relató ella los hechos: "Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la Reina, a la hija, y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, le dije 'la que hemos liado' y fue cuando él pegó el brinco y me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente el beso". "Ahí me sostengo, el cuerpo lo echo un poco hacia atrás, sus piernas las eleva y las pone en mi cintura. Hay un retroceso hacia atrás y me mantengo fuerte para sostenerme", contó "Yo no entendí nada. Ni sentí ni le vi gestualizar con su boca" dijo, dejando claro que aunque le hubiese pedido permiso nunca se lo hubiera dado.
Tras ello, se encontró con el entonces presidente de la RFEF, quien le contó que se estaba "hablando mucho por redes sociales y que podíamos pararlo ya". "Le dije: 'Te va a caer porque sabes que esto no esta bien'. 'Ya sabes que lo he hecho con efusividad, que es el momento'. Yo le dije: 'Ya sabes lo que has hecho'", ha relatado
Fue en el autobús de camino al aeropuerto para volver a España cuando se le acercaron los responsables de prensa de la Federación con un comunicado "supuestamente escrito" con sus palabras y al que ella habría dado "consentimiento a que lo escribieran y lo mandaran". "Ahí ya dije que yo no iba a hablar, que no quería hacer nada, y en un momento de hartazgo dije: 'Haced lo que queráis'". Ella intentó seguir "en modo campeona del mundo" al margen del beso no consentido, haciendo "lo que su corazón mandaba, que era poder disfrutar". "No me iba a quedar ningún ápice de remordimiento de no haber podido disfrutar de ese momento. Seguía bebiendo, seguía comiendo, quería emborracharme, quería hacer lo que una futbolista o un futbolista hace con una alegría tan grande de haber sido campeona de un Mundial", dijo.
En el aeropuerto de Doha, donde la Selección hizo escala, Rubiales le pidió de nuevo ayuda diciéndole que se le estaba tachando de "acosador" a raíz del beso, por lo que le pidió grabar el famoso vídeo conjunto: "Me pidió por sus hijas, que estaban llorando, yo le dije que lo sentía pero que no iba a hacerlo. Me comentó que tenía una novia y que a ella no le había molestado. Y también me dijo una cosa, que sí que me dolió un poco: A ti y a mí nos gusta lo mismo. Dando a entender como que no tenía más importancia", declaró.
Aún quedan las declaraciones del seleccionador Jorge Vilda y de los directivos Ruben Rivera y Albert Luque.
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