Getafe y Valladolid empataron sin goles en el Coliseum Alfonso Pérez, en un duelo en el que el conjunto madrileño llevó mayor iniciativa ofensiva que su rival y estrelló un balón en un poste, pero fue incapaz de superar el entramado defensivo sobre el que cimentó su juego el equipo castellano.
Después de la victoria de hace solo una semana frente al Eibar, la afición azulona volvió a acudir ilusionada, por segunda vez consecutiva en siete días, al Coliseum Alfonso Pérez, estadio que lució una muy buena entrada de público para ser viernes y todavía agosto.
El equipo de José Bordalás quiso ofrecer a su afición desde el principio una buena dosis de juego con garra y entrega que se tradujo en mayor arrojo que su rival y una primera ocasión de peligro en las botas de Jaime Mata que despejó Masip.
El portero vallisoletano también fue protagonista a los veintiocho minutos cuando, tras un centro del Getafe mal despejado con la cabeza por Anuar, tuvo que atrapar un balón que se colaba dentro. A partir de ese instante el Valladolid mejoró mucho su juego y llegó a trenzar algunas jugadas de muy bella factura con toques a la primera y triangulaciones perfectas entre Oscar Plano, Alcaraz, Keko y Nacho. Siempre con la solidez defensiva como bandera con una línea muy solvente atrás.
Antes del descanso, el conjunto castellano tuvo una ocasión muy clara para abrir el marcador con un disparo desde la frontal de Moyano que despejó David Soria, dejando un balón muerto que también sacó tras un segundo remate de Rubén Alcaraz.
El Valladolid comenzó la segunda parte como un resorte y a los dos minutos Oscar Plano centró cerrado con la zurda, desde la derecha, y su pase no encontró rematador hasta que David Soria tuvo que emplearse a fondo para sacar el balón en el segundo palo.
Esa acción dio lugar a los mejores minutos del Getafe, que además coincidieron con la salida al césped de Amath, quién puso en muchos problemas a la zaga vallisoletana por el costado izquierdo. El senegalés revolucionó el juego del Getafe y, junto a Ángel, dotó de mucha movilidad al ataque azulón, aunque el que más cerca estuvo de marcar fue Maksimovic con un disparo desde la frontal que se estrelló en el poste derecho de la portería de Masip.
En los últimos minutos, el partido se rompió por completo y un descuido de cualquiera podía dar los tres puntos al otro. El Valladolid renunció al aspecto ofensivo, salvo en jugadas a la contra, por lo que el Getafe no tuvo muchos problemas en acabar volcado en el área rival.
La impotencia por no superar el entramado defensivo del Valladolid acabó en frustración y fallos en los últimos metros para los azulones.
