El Girona y el Leganés empataron este sábado sin goles en Montilivi en un encuentro que entró en ebullición en los últimos minutos, cuando ambos conjuntos disfrutaron de sus mejores ocasiones. El punto permite que el equipo catalán que dirige Eusebio Sacristán alargue hasta cinco la racha des partidos consecutivos sin conocer la derrota.
Reforzado anímicamente después de las victorias contra el Rayo Vallecano (2-1) y el Valencia (0-1) de las dos últimas jornadas, el conjunto rojiblanco saltó al impoluto césped de Montilivi con la intención de celebrar su 50º encuentro en la máxima categoría del balompié español con un nuevo triunfo.
Mientras el Leganés, necesitado de un buen resultado con el que recuperar la confianza, aguardaba sus oportunidades bien replegado en su campo, los discípulos de Eusebio Sacristán consiguieron dominar tímidamente el ritmo dl partido a partir de la posesión del esférico; una de las armas que el Girona, tan aguerrido e intenso como siempre, ha añadido a su arsenal con la llegada del técnico vallisoletano.
Sin embargo, el cuadro gerundense no supo traducir su superioridad sobre el terreno de juego en claras ocasiones. El único acercamiento de los locales a las inmediaciones de Iván Cuéllar con cierto peligro, de hecho, se produjo en el minuto 10, cuando el prometedor atacante inglés Patrick Roberts, uno de los futbolistas más activos del primer tiempo, disparó lejos del palo derecho del arco del Leganés tras protagonizar una buena jugada individual.
Consciente del valor del empate, el conjunto de Mauricio Pellegrino, uno de los dos únicos de Primera División que todavía no conoce la victoria como visitante, todavía cedió más la iniciativa al Girona en la segunda mitad. Aun así, pudo adelantarse en el marcador por medio del delantero argentino Guido Carrillo, que remató un córner muy por encima de la portería de un Bono que, unos minutos más tarde, tuvo que volver a intervenir para desviar una envenenada falta lateral del joven Óscar Rodríguez.
El encuentro entró en pura efervescencia en los últimos minutos, cuando ambos equipos se estrellaron contra los postes. Primero el Leganés, cuando Jonathan Silva, solo, remató un gran centro de Allan Nyom a un palo. Tan solo unos instantes después, fue el Choco Lozano quien no supo culminar un rápido contraataque local, enviando el balón a un poste.
En los últimos instantes, Bono, omnipresente en las últimas semanas, salvó un punto para el Girona al desviar un remate de Michael Santos sobre la misma línea de gol.