No se rinde el Atlético. No cesa en su empeño de pelear hasta que sea imposible matemáticamente. Hasta que el Barcelona sea sí o sí campeón de Liga. Ganaron en el Clásico, pero el Atlético continúa en su persecución después de visitar el siempre complicado campo de Anoeta. La clave, Álvaro Morata, autor de un doblete en el 0-2 final para un equipo que jugó con diez media hora por la doble amarilla a Koke.
Y eso que la Real Sociedad comenzó fuerte. O más fuerte que un Atlético que al inicio mostró esa versión 'de visitante' que ha dado algún que otro disgusto a la parroquia rojiblanca. Los vascos, mejores, se hicieron con el cuero y con el tempo del partido. Ocasiones, eso sí, pocas, pero parecía que de suceder algo sería favorable al cuadro de Alguacil.
Pero así es este Atlético. Parece que le dominas... pero a lo mejor es porque quiere que creas que le estás dominando. Morata tuvo dos clarísimas, una que se sacó de la nada y otra tras un centro de Koke que empezaba a campar libremente sobre todo por la banda derecha. A la tercera no falló. Con la cabeza, y tras un corner que amplió Godín, puso el balón en las redes de Rulli.
El balón parado dio la primera alegría de la tarde al Atleti. La segunda se la daría a los tres minutos. La puso Koke para que nuevamente Morata marcara el que es su primer doblete con la camiseta del Atlético. Con la cabeza dio doble ventaja el punta a su equipo, y dejó completamente fría a una Anoeta que tardó en reengancharse al partido.
Todo por la doble amarilla a Koke. La primera, justo antes de terminar el primer acto. La segunda, casi al salir de vestuarios. Con diez, la Real Sociedad dio un paso adelante y el Atlético tres o cuatro hacia detrás. Los vascos se echaron arriba y cercaron el arco de Oblak. El esloveno salvó el 1-2 con una gran estirada a un remate de Merino. Pero poco más.
Acostumbrado a estas batallas, el Atlético jugó con el crono y con la paciencia de la Real Sociedad. Ordenado, sin fallos y con la madurez suficiente del que sabe que tocaba arremangarse, correr, sudar y ser solidario. Impecable el trabajo defensivo de los diez jugadores que vestían la rojiblanca, que solo cedieron la ocasión de Merino y una de Sandro en el 91' que se fue fuera por poco.
Así pues, tres puntos complicados y vitales para continuar en la lucha por LaLiga y para abrir brecha con respecto al Real Madrid, tercer clasificado y prácticamente noqueado de la batalla por el título. Y con dos goles de Morata, el '9' que el Atlético necesitaba desde que en 2014 el mejor Diego Costa se marchó al Chelsea.