Muchísima tensión la que se vive en Mallorca tras el descenso a Segunda división B del equipo bermellón. Los baleares, que no hace mucho se codeaban con los grandes de Primera y que incluso sumaron algún título copero a su palmarés, han realizado una horrible temporada en la categoría de plata que les ha valido bajar al pozo de la Segunda B. Y la afición ha reaccionado a ello de forma desmedida: colgando dos muñecos vestidos con las elásticas mallorquinas en el Iberostar.
Así es como ha amanecido el estadio del Real Mallorca, justo el día en que el cuadro de Sergi Barjuán recibe al Getafe en un partido en el que la afición espera bastante enfadada a los suyos. Mientras, los azulones se juegan su puesto en playoff, pero todas las miradas estarán puestas en los posibles altercados que se vivan entre afición y equipo, más viendo cómo desperó el feudo bermellón, en el que también hay alguna que otra pitada dedidacada los jugadores y a la directiva.
Tras 41 partidos en Segunda, el Mallorca ha sumado solo 9 victorias y 17 empates, lo que unido a las 15 derrotas han hecho que los 44 puntos hasta el momento hayan sido insuficientes ni tan siquiera para pelear por salvarse en la última jornada. La última vez que el equipo balear jugó en Segunda B fue hace 36 años.